Es un vagabundo que vive en el puerto, en verano duerme con el torso desnudo en los bancos de madera, y en invierno en el cajero de una sucursal bancaria, en un dormitorio de cartones.
Cada día, al amanecer, cuando hay menos gente en el puerto, saca un documento nacional de identidad, lo mira una y otra vez por delante y por detrás, como si fuera de otro.
Perplejo, sonriendo, contempla una vieja fotografía de carnet, la suya. Gira el documento y lee en el dorso su último domicilio, cuando aún tenía casa y familia.
El carnet, su documento nacional de identidad, hace ya más de 10 años que está caducado. No sé su nombre y tampoco se lo pregunto. Vivimos en silencio, contemplando las aguas oscuras del puerto, llenas hoy de medusas maravillosas, de ésas que asustan al hombre feroz cuando se transforma en bañista.
Mañana volveremos a encontrarnos y no diremos nada.
1 comentario:
Francesc Cornadó, Luis Nadal y 13 personas más les gusta esto.
Maria Lua Bello: este libro!
Ivan Tubau: Si solo pudiera elegir un libro de mi vida, sería "L'étranger" de Camus. Y SI SOLO UNA FRASE, sería la de Jacques Brel que traduzco: Poned a doce imbéciles a un lado y a diez sabios al otro. Que todos voten: ganarán los imbéciles. Eso es la democracia.
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