Dicen que Wislawa Szymborska ha pasado por el barrio, ha cruzado la Plaza Real, ha entrado en la panadería a comprar un panecillo de Viena, y se ha ido calle arriba, acompañada del gato que vivía en un piso vacío. Y nos ha dejado, en un rincón, una carpeta azul con poemas y postales, para que la recordemos a veces.
Wislawa Szymborska, Paisaje con grano de arena. Trad. Ana María Moix y J.W. Slawomirski. Ed. Lumen, Barcelona, 1997.
El suplente del cronista
2 comentarios:
Alberto Arenas: Oh! Gracias Beto,posteare esta frase.
Clemencia Gómez: Bella frase, bella poetisa...profunda, gracias Alberto.
Mery Sananes: Ya imaginaba yo que ella pasaría por este barrio antes de irse a otras travesías. Se parece tanto a ella. Su paso nos es familiar, sus palabras se asemajan a las que decimos en nuestros mejores días. Su dulzura es que intetamos nutrir para que nada nos la robe. Y ella es así. Pasa a sabiendas de que anda en una de sus tantas residencias, sin alborozo, sin hacerse notar, sólo dejando en cada estación sus aromas de flor y belleza. Qué alegría luego salir a buscar todas las recaderías que nos debe haber dejado en cada espacio en el que contuvo su respiración para a la vez llevarse consigo el sueño de este barrio, la ilusión de esta pensión.
Efectívamente, todo es un préstamo. Ahh, si fuéramos conscientes de ello..
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