Inútiles, palabras inútiles, pero que enredan.
Enredar con las palabras, enredar de palabra y obra, buenas palabras con malas acciones, decir una cosa y hacer otra, enredar.
Enredar con los discursos políticos, con los beneficios bancarios, enredar con malos poemas y seducir a incautos e incautas, enredar con la palabra, enredar con la obra.
Enredar con la iglesia, enredar con Dios y los sindicatos, con las hipotecas, enredar con el empleo y el paro, enredar con las guerras y la democracia, enredar con la paz y la ONU.
Enredar es la palabra de moda.
Palabras inútiles, pero que enredan la vida y la realidad.
Enredar, en suma, con la política, la religión y la economía, enredar con la vida y la muerte, enredar con todo.
Enredar, el verbo de moda.
El suplente del cronista
1 comentario:
Luis Nadal: Enredando, con un enredo burdo, de poca categoría que ni siquiera pretende engañar, se conforma con ocultar y hacer que, como pasó con Pedro y las cabras, cuando llegue la palabra verdadera, nadie la escuche... y poder seguir manteniendo el enredo hasta que, tal vez un día, ya no quede a quien enredar y el enredador, entonces se pregunte y ¿para qué me tomé tantos trabajos?.
Maria Soriani: El enredo/ des-enredo, es como el caos/órden. Es cícilico. Llaegará el tiempo en que nadie esté muy dispuesto a conjugar ese verbo de moda...lo comparto, gracias y buen domingo en Barcelona!!
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