martes, 3 de enero de 2012
LA HISTORIA DE UNA PALABRA
Hablaban dos vecinos en un bar del barrio, y uno confesaba al otro que guardaba una palabra en el bolsillo, una palabra que no dijo en su momento y que ahora, después de tantos años, aún acumulaba silencio en el bolsillo e incluso, decía, le había crecido una pequeña flor en la última sílaba, esperando una mejor ocasión para ser pronunciada.
El otro vecino le aconsejó que era mejor decirla cuanto antes y no esperar en vano otra ocasión.
El primer vecino hizo caso del consejo, dijo la palabra y se fue del barrio. Algunos lo buscan todavía para arrancarle la lengua, dicen algunos.
El suplente del cronista
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