lunes, 23 de agosto de 2010
RESERVADO EL DERECHO DE ADMISIÓN DE LOS POETAS
La taberna, la cafetería, la casa de los que no tienen casa, los poetas bohemios merodeando por la calles de Madrid en los comienzos del siglo XX, sablazos, busconas, macarras, poetas imitando a Verlaine, pero que sólo escriben de vez en cuando algunas "mariposuelas" o poemas, y que arrancan y recortan en forma de plantilla una portada del Larousse para el zapato agujereado: Dramaturgos sin obra, anarquistas, poetas sin poemas, Pedro Gálvez trajinando la caja de cartón con los falsos huesos de su hijo y el correspondiente sablazo al vecino sentimental, Hoyos y Vinent, Alfonso Vidal y Panas disparando al amante de su mujer y escribiendo luego folletines santificando a las prostitutas, Valle-Inclán y su teoría y práctica del esperpento, Pedro Barrantes, Armando Buscarini, Alejandro Sawa, el poeta ciego, Cansinos Assens, traductor cósmico y cronista de la bohemia en La novela de un literato, y a una prudente distancia, vacunándose, Pío Baroja y Las noches del Buen Retiro, y otros y otros.
Todos aparecen retratados en el espejo cóncavo, esperpéntico, de esta obra satírica de Emilio Carrere, personajes que se reúnen siempre en tabernas, cafeterías y pensiones de barrio, casas de los que no tienen casa.
Y donde, por ejemplo, el cafetero, el dueño de un bar, quiere expulsar a los poetas bohemios por la mala imagen que dan al lugar, pero éstos le piden a cambio una indemnización por irse y no volver al cafetín:
-Nosotros no nos vamos si no se nos indemniza,
advierten amenazantes, indemnización que decide sufragar el bueno del cafetero.
Desde entonces, en la entrada del local hay un cartel con letras grandes que dice: "EN ESTE CAFÉ NO SE ADMITEN PERROS NI POETAS".
Estamos en El reino de la calderilla.
(Nota .
Un recuerdo para Rodolfo Fogwill).
El suplente del cronista
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5 comentarios:
También en Barcelona hemos tenido a nuestros bohemios, aunque me parece que no han sido tan "canallas" (en el buen y mal sentido), tan "miserables", como diría Víctor Hugo. Nogueras Oller, Nonell, Sucre, Rusiñol, "Apa", Junceda, más o menos bohemios...
Bohemio catalán
"Rovell de l'Ou"
El Rovell de l'Ou era una taverna de Barcelona que estava en funcionament als anys finals del segle XIX i primers del segle XX. Era al carrer de l'Hospital, gairebé cantonada a la Rambla. Donà nom a un grup d'artistes que s'hi reunia. Els artistes plàstics eren alumnes de l'Acadèmia Borrell: Marià Pidelaserra, Pere Ysern i Alié, Gaietà Cornet, Emili Fontbona, Josep-Víctor Solà i Andreu, Xavier Nogués, Ramon i Juli Borrell, Ramon Riera Moliné, Filibert Montagud i Joan Comellas. Entre els escriptors hi havia Josep Lleonart, Cristòfol de Domènech i Rafael Nogueras Oller.
Els artistes del grup tiraren endavant la revista manuscrita "Il Tiberio" (1896-98), avui conservada a la Biblioteca de Catalunya.
El local va ser després un bar anomenat La Flor i posteriorment, ja al segle XXI, un pub anglès.
(de Wikipèdia-
Font: Francesc Fontbona, "La crisi del Modernisme artístic", Curial, Barcelona 1975).
Es inimitable, insuperable, el humor negro, la poesía y la prosa siniestras de la bohemia madrileña. La bohemia catalana era más "reformadora social", más política y anarquista, quizá más culta, pero com menos gracia, con mucha menos sal de humor negro, exceptuando al precursor Pitarra. Aquí, en Barcelona, destacaba más la sal gorda del Paralelo, de los cómicos y vedettes del Molino, Apolo, etc.
El Paralelo
Más bohemia, con hostal propio:
"Els Quatre Gats" fue un hostal inaugurado en la ciudad de Barcelona el 12 de junio de 1897. Fue igualmente calificado como cervecería, cabaret, restaurante, etc. Durante los seis años en que se mantuvo activo, hasta 1903, se convirtió en uno de los núcleos principales relativos al Modernismo en la ciudad.
Se hallaba ubicado en la calle Montsió (o Montesión) en los bajos de la Casa Martí, un edificio modernista del arquitecto Josep Puig i Cadafalch (1896). Los impulsores principales del local fueron los artistas Santiago Rusiñol i Prats, Ramon Casas i Carbó y Miquel Utrillo. El hostelero era Pere Romeu, personaje de una fisonomía muy característica que constituía la imagen viva del local.
"Els Quatre Gats" se inscribe en una larga tradición de tertulias, cenas y reuniones de arte propias de la ciudad de Barcelona, aunque también se inspiraba en el cabaret Le Chat Noir de París. Se realizaron exposiciones de arte (las dos primeras individuales que Pablo Picasso realizó en su vida tuvieron lugar allí en febrero y julio de 1900), veladas literarias y musicales, espectáculos de títeres y sombras chinescas, etc.
Igualmente, durante el año 1899 fueron publicados 15 números de la revista Quatre Gats.
Asimismo y con otra filosofía, "Els Quatre Gats" a día de hoy sigue funcionando como bar restaurant.
Wikipediano
Se ha de hacer notar que "Quatre Gats" es una frase hecha que significa "poca gente", cuatro gatos...
Frederic Soler (Serafí Pitarra)
Fill d'un fuster, va quedar orfe de mare als tres anys. Als nou anys, orfe també de pare, es va traslladar a viure amb el seu oncle, Carles Hubert, propietari d'una rellotgeria en el barri Gòtic barceloní. Soler va deixar l'escola als catorze anys per fer-se'n càrrec després de la mort del seu oncle, tot compaginant el treball de rellotger amb la seva afició pel teatre. Als quinze anys va debutar com actor en una companyia d'afeccionats, i s'anà fent popular en els cercles artístics com actor, còmic i poeta. La seva primera obra, "Per un casament", la va acabar el 1856. La seguí "Don Jaume el Conqueridor", escrita aquest mateix any, paròdia d'una obra en castellà d'Antoni Altadill. Va ser llavors quan va començar a utilitzar el pseudònim que el va fer famós, Serafí Pitarra. A la rebotiga de la rellotgeria van començar a realitzar-se reunions informals de joves escriptors i artistes de l'època. Entre ells es trobaven Anselm Clavé i Valentí Almirall. José Zorrilla, gran amic de Pitarra, va fixar-hi la seva residència durant quatre anys.
Viquipèdia
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