martes, 10 de marzo de 2009

UNA DE CALAMARES (OTRAS VOCES, OTROS ÁMBITOS)

















Como verán soy cocinera de un bar cercano a la tan traída y llevada Pensión Ulises. Tengo que confesarles que desde que se instalaron en el barrio, nuestro bar ha sufrido una auténtica transformación, no sólo en el número de clientes, sino en popularidad. Nuestro bar se ha convertido en punto de cita y tertulia, mayormente de los pensionistas, así como de amigos y simpatizantes, y también algunos curiosos del barrio.
Unos de los contertulios habituales, con el cual suelo tener más confianza, es quien me ha dado alas, o pie, para decidirme a participar por segunda vez en este debate, que está en boca de todos los pensionistas y clientes, para hablar del “autor y sus distintas voces”. Permítanme que me exprese en términos culinarios, ya que lo tengo más por la mano.
De esta guisa, por ejemplo, verán que a mí me gustan los rebozados, los calamares a la romana, las escalopas, ya sean de pollo o de ternera, los buñuelos, sean de cuaresma o de otro tiempo. O sea, todo lo que lleve una fina capa de rebozado, un envoltorio que cubra la triste realidad de un escuálido anillo de calamar o la insipidez de un delgado bistec. Y es por eso que soy partidaria del enmascaramiento en el arte, de los antifaces, de las capas, de lo seudónimos y de todo lo que lleve ese rebozado de harina o pan rayado, que transforme la materia prima o, como ya he dicho antes, la insípida realidad.
Dice el refrán: “contra gustos no hay disputa”, pero yo creo todo lo contrario: que la disputa está siempre servida en esas cuestiones.


Firmado: Muñequita Linda, cocinera del bar “Buenos Días”, el bar del barrio.

PS. Gracias por interesarse por mi identidad.

2 comentarios:

Dante Bertini dijo...

encantadora Muñequita:
también yo prefiero comerme los cadáveres con su sudario. Soy un alma vegetariana que no puede vivir sin carnes.
Y en cuanto a la disputa, "no sería tan niña", como en un viejo cuento de mi madre.

MCMontagut dijo...

¿Qué haríamos sin el enmascaramiento?¿QUé es la cocina literaria sino un travestismo léxico?hay que darle color a los textos para darle color a la vida y para eso están las salsas con las que cocinamos.