jueves, 12 de marzo de 2009

MARCHANDO, OTRA DE CALAMARES

Plaza Real, Cervecería "Canarias"


QUE SEAN DOS DE CALAMARES Y UNA DE BERBERECHOS

Me alegra infinitamente saber que usted, "Muñequita linda", es la cocinera del bar Buenos días; a esta hora en que le escribo el aperitivo de calamares y berberechos podrá sin duda restaurar mi cuerpo y, por ende, mi espíritu poético, que anda estos días en barbecho después de haber terminado una nueva entrega poética, que espero que no duerma el sueño de los justos en un cajón del escritorio.

¿Qué quiere que le diga? Los calamares también están muy buenos sin rebozar, lo mismo que un poema cuando al morderlo aparece jugosa la sangre con el que se ha escrito. Pero no nos pongamos líricos/as (ante todo la corrección poético-política para no herir susceptibilidades). Todo en el lenguaje poético es enmascaramiento, ocultación, desviación, vericuetos donde esconder la realidad bajo siete velos, que el lector tendrá que ir estirando uno a uno para saber, sí, saber, porque la poesía es una forma de conocimiento y por lo tanto de sabiduría. Piense usted en los carísimos platos de la "nouvelle cuisine" hechos para la imaginación del comensal: sopas sólidas, tortillas de patatas espumantes, café con hidrógeno…, farsa, ocultación, milagro. Si no se atreve usted con esa cocina moderna y cara, me parece muy bien, porque las tortillas de patata de su bar están de rechupete.

Sigo con el enmascaramiento. La poesía es el erotismo de la lengua. Un texto poético se insinúa, enseña apenas una pantorrilla o el inicio de una promesa carnal (un escote, la sombra del vello púbico,etc.), pero no se da a la primera lectura, como una prostituta que no oculta nada y a la que no se puede desear, sino simplemente utilizar para satisfacer una necesidad primaria y primera. La poesía requiere tiempo, soledad a veces, voluptuosidad…

"Muñequita linda", póngame también una caña y esté atenta a los huéspedes de la pensión porque, aunque son un poco raros, todos tienen una notable falta de cariño, por lo que sus cafés y sus calamares les reconfortarán hasta el punto de que, cuando salgan del bar, podrán pensar que la vida es bella aunque sea mentira.

Suya: MCM

3 comentarios:

albert tugues dijo...

Les cedo una fotografía que hice hace un tiempo, y que ilustra el tema del que están hablando. Esta Pensión Ulises, ¿no será acaso una "casa de citas" encubierta, enmascarada como algunos poetas? De ser así, agradecería me facilitaran una lista con las palabras-clave y el domicilio, a fin de poder acceder también a los encantos de "Muñequita linda" y sus pupilas.

Otro pensionista interesado

LP dijo...

¿ Entonces EGON SCHIELE que era obscenamente explícito no es erótico ?

MCMontagut dijo...

Pues no LP, el erotismo es otra cosa