No todo silencio implica estar dormido. No todo silencio es cómplice. Los que hemos vivido lo suficiente para ver cómo han evolucionado las utopías -y, sobre todo, la mayoría de utópicos- y estamos hartos además de lo políticamente correcto, tenemos derecho al escepticismo. Y sin pedir permiso, además. Igual no es fácil saber de qué materia están hechos los sueños, pero en cuanto al género humano...
En otro orden de cosas, me encantan las vidas de los personajes del barrio, sean de la metrópoli o de colonias. De hecho, siempre he sentido debilidad por algunas colonias. Sólo que soy de natural tímida y solitaria, y poco dada a entablar conversaciones con desconocidos.
LaMaragda
1 comentario:
Hola Maragda o LaMaragda,que dificil me lo pones.Andres,un anticuario del que otro día ya os hablaré,suele decir que si el saber no ocupa lugar,hace la vida muy complicada.
Y la vida,día a día,va tejiendo su red de dependencias y contradicciones
y sí nos da derecho a ser escépticos.
Pero el escepticismo no ha de inmovilizarnos,ha de aumentar el rigor de nuestro hacer y relativizar su valor.Como dice Andres,la vida se vuelve muy complicada.
Otra cosa,el sipieta se ha dado por aludido en tu referencia a las colonias y está que no cabe en sí de gozo,aunque ya da por perdidas las cañas del domingo,pues nadie nos ha dado un emplazamiento.
Andres,que está a mi lado porque el sipieta le ha dicho que hablaba
de él,me pide que te diga que si no conversas con desconocidos,no conversaras con nadie,todos nos somos desconocidos.De los que llamamos conocidos,solo tenemos la ilusión o el pacto de que lo son,dice Andres que es como cuando hablamos a los muertos,que parece que los tengamos más cerca que nunca.El sipieta interrumpe para decir que nos parecen proximos porque no contestan.
Corto la conexión porque aqui se está montando un cirio y no son horas,ya veo que con Andres y el sipieta,esto se me pone complicado,como la vida.
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