miércoles, 10 de diciembre de 2008

UNA CUESTIÓN PARA DESPUÉS DE LA CENA, FORMULADA CON ESPÍRITU NAVIDEÑO

A.Ponce de León, Accidente










Si todos los poetas están satisfechos con sus lecturas públicas (aun quejándose de las cosas del corazón, estos líricos nunca aprenderán) y los narradores son felices relatando sus bellas conquistas y las maravillas de la vida familiar, si todos están tan contentos y felices de ser escribidores y de estar en medio de todas las fiestas, ¿qué sentido tiene escribir sobre lo otro, lo feo, lo doloroso, lo huérfano, lo que no resplandece en las bambalinas de la sociedad? -me pregunto después de haber quedado satisfecha con la cena y el galanteo de un joven poeta que lucha por dejar de ser inédito.

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo..., y en caso de no ser así, en caso contrario, repito, reitero:
Próspero Año Nuevo y Navidad Feliz para todos los felices que escriben historias dichosas sobre bellas damas y atractivos caballeros que nunca dejan de ser felices, a toda hora, venga a cuento o no, sea Navidad o no, felices con fuerza de voluntad feliz. Un brindis, presto. Pues a no tardar vendrán otros poetas y narradores a amargarnos el dulce que nos hemos ganado tan a pulso. Aprovechemos, pues, la feliz ocasión, y brindemos antes de que un mal aire nos rompa la dichosa copa de fino cristal...
Salud, pardiez, digo, vale.


RR, una resentida lírico-social que no encontró la tumba de César Vallejo en Montparnasse

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