Fotograma: El espíritu de la colmena
"He
oído la siguiente conversación entre varias personas en el metro de
Barcelona, en la parada de Lesseps", dice la nieta del
anarquista en el bar:
-Soy
español.
-Pues
yo soy catalán.
-Yo
soy español y catalán.
-Pues
yo, aunque española, soy catalana.
-He
nacido en España, por tanto soy español.
-He
nacido en Catalunya, y soy catalana.
-He
nacido en España, aunque en Cataluña, y por lo tanto soy antes
español que catalán.
-He
nacido en Catalunya, que es España aún, pero soy catalana.
-Me
siento y quiero ser español, aunque haya nacido en Catalunya.
-Pues
yo me siento y quiero ser catalana, aunque haya nacido en Venezuela.
-¡Que
viene el metro, españoles, digo, polacos, digo, catalanes, digo...!
Como
decía el poeta Enrique Clarós (Sabadel, 1959-Barcelona, 2015):
"Para no quebrantar el orden euclidiano, / esa fatalidad de las
líneas paralelas / y el drama de intentar entrelazarlas", cita
el poeta romántico del barrio.
¡Es
el jefe de estación quien debe imponer la ley!, replica la cuñada
del dentista.
Y
ser acatada, añade la fiscal del barrio.
Pero
las líneas paralelas no evitan los choques de trenes, advierte la
vidente del barrio.
¡Con
lo fácil que sería que cada uno fuera por su camino sin molestar al
otro!, exclama la dueña del bar.
El
presidente del gobierno insiste: nada de reformas ni referéndums que
socaven la unidad, apunta el politólogo.
¿Los
sueldos de políticos y banqueros subirán sólo un 0,25%, como la
pensión de mi madre?, pregunta la dueña del bar.
El
ser humano es diabólico y siempre quiere someter a los demás,
apunta el humorista del barrio.