viernes, 5 de diciembre de 2025

PROCLAMA EN EL BAR

 Foto: J.X.



Aquel día había bebido unas cervezas de más,

se subió a una silla del bar

y proclamó:


No hay amor

sin dolor.

El amor sólo puede

comenzar a existir

cuando, al principio,

te despedaza por dentro

y te va consumiendo.

Cuando, lentamente,

órgano a órgano,

pieza a pieza,

ese amor que principia

se alimenta de ti

y ocupa el lugar

de las entrañas vacías.

Pero será, todavía,

un amor iniciático,

no el verdadero amor.

Sin corazón, sin alma,

sin sentido,

ese amor, sin embargo,

ocupará el vacío de tu cuerpo,

largo tiempo.

Moldeándose día a día,

se irá formando

otro corazón, otra alma,

un amor sentido

en el cuerpo vacío,

dentro de ti.

De este modo,

habrá crecido,

en todos los sentidos,

más allá de la vida y la muerte,

la entraña del amor.

Un amor

arrebatado a la nada,

donde el ser, al fin,

será

amada y amado.”


Así acabó su proclama,

subido a una silla del bar,

de la que se bajó

tambaleándose,

este amigo solitario,

defensor de un proceso amoroso,

un tanto confuso y místico,

a decir verdad,

pero dicho con voz

alumbrada, emocionada.

(Algún día, por cierto.

si no lleva cuidado,

se torcerá el pie

al bajar de la silla,

y no sabemos

si, entonces,

el espíritu del amor

también se torcerá.)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.