Foto: J.X.
Ya
no podía ir hasta el mar, hasta los árboles, hasta los ríos, hasta
las rocas musgosas de los bosques. Ya no podía ir. Ya no podía ir y
vivir con ellos.
Y
se dejó morir.
Días
después, fue rescatada por un enviado del bosque de los espíritus.
Cuando
llegaron al bosque, voces delicadas resonaban en el interior de las
piedras.
ResponderEliminarY no podía tener mejor recibimiento, en el bosque y con voces de acogida, delicadas, del interior de las piedras.