Viñeta: Ferreres / elperiodico.com
En
el bar del barrio, la cuñada del dentista comenta que estas bromas
pesadas o chistes de prensa no contribuyen a la buena convivencia
española entre las gentes.
¡Pues
anda que el sainete del ministro del interior que se vuelve exterior
y baila con la más fea!, contesta la sobrina de la peluquera.
¿Y
el micrófono, oculto entre las flores o en el zapato de la
Cenicienta, como el Superagente 86?, pregunta el poeta romántico del
barrio.
¡Calle,
calle, no provoque alarma social con sus metáforas!, advierte la
fiscal del barrio.
Mi
madre tenía un novio topo que se dedicaba al traspaso de jugadores
de fútbol, bromea la hija de la bibliotecaria.
"El
espía que surgió del frío", una buena película, indica la
librera del barrio.
Algunos
ya piden en las redes sociales una auditoría internacional de los
votos nacionales, comenta la hermana del informático ojeando el
móvil.
¡No
digas tonterías, niña, que todo está atado y bien atado, perdonen,
quiero decir escrutado y bien escrutado!, opina la cuñada del
dentista.
¡Como
en el Brexit y las quinielas, faltaría más!, responde el humorista.
Por
favor, no hagamos más sangre en la herida de Europa y la Selección
Española, que es de todos, advierte la vidente del barrio.
Menos
cuento y más gasto, ¡que aquí un café dura todo el día!, resume
la dueña del bar.