LA CARPA DEL CIRCO, LAS PULGAS AMAESTRADAS Y KAFKA

Fotos: Martina Stein, "Kafka en la calle"

¿Se puede tener un cargo público en el sistema, cobrar del sistema (o el Ayuntamiento o el Parlamento que sea), manifestarse con los antisistema y enfrentarse a la policía autonómica del sistema, y luego acudir a una comisaría del sistema para denunciar que él, un cargo público, ha sido objeto de un porrazo del sistema?, pregunta la cuñada del dentista.

Sistema y antisistema, como en un partido de fútbol o en una guerrilla, responde la hermana del informático.
¡Cúmplase la ley y nada de privilegios!, sentencia la fiscal del barrio -que tiene una sobrina okupa, murmura en voz baja la sobrina de la peluquera.
¿No será todo electoralismo, un "vótame a mí", que soy más guapo y valiente?, pregunta la dueña del bar.
¡Menos cuentos interminables de los cuentistas del sistema burgués y de sus hijos y nietos del antisistema burgués de nuestras ciudades y cloacas, tan modernas, turísticas e incómodas, y que haya sitio y casas donde puedan vivir todos, incluidos los refugiados que mueren dos veces, en la tierra y en el mar!, comenta la nieta del anarquista pacifista.
¡Esto parece un poema crítico, de lucha social, querida!, exclama el poeta romántico.
Todo teatro, puro teatro, el gran teatro del absurdo, mientras más allá de nuestras malditas fronteras se suceden las guerras reales de este perro mundo de criminales y víctimas, dice la vidente del barrio.
¡Un día te despiertas y ya eres un insecto más!, ¿para eso tanto ruido, tanta furia sangrienta?, pregunta el politólogo.
Como los novios de mi madre, "auténticas pulgas chupasangre de primera clase", apunta la hija de la bibliotecaria.
¡Menos mal que hoy no ha venido el humorista!, exclama la librera del barrio.
Es que esta mañana tiene ensayo a destajo con las pulgas amaestradas, bajo la carpa del circo, apunta la dueña del bar.