miércoles, 2 de octubre de 2024

HUMILLACIÓN

 Foto: J.X.

Por su modo de andar, inclinando los hombros de un lado a otro y pisando fuerte con los pies, se diría que andaba con voluntad de pisar, de humillar a aquello que estuviera pisando a cada paso.

Pero había alguien que presentía lo que se ocultaba debajo de la acción de la suela de los zapatos, es decir, qué era lo que en realidad estaba pisando al andar de aquella manera, inclinando los hombros a ambos lados y pisoteando con tanta dureza el suelo: era su propio corazón, su propia alma* el objeto chafado, sometido a humillación, por aquellos dos zapatos, que sin clemencia alguna troceaban el alma, su alma gastada, caída bajo la suela de los zapatos, rendida, machacada en el suelo a cada paso, a cada pisada, víctima de aquella tortura.

Al ser torturada, dejaba atrás un líquido sanguinolento que se escurría por las alcantarillas.




Nota.

Usaba esa palabra, “alma”, para significar algo más que “corazón”, pero no sabía qué.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.