Foto: J.X.
Hay muertes que llegan por correo certificado.
Éstas te conceden un plazo de tortura, de agonía. Como una muerte a plazos.
Otras, sin previo aviso, te liquidan de golpe. Como un ajuste de cuentas de la muerte.
Mejor estas últimas, de repente, sin certificar la muerte dentro de un plazo de tortura, de días de agonía.
Dos clases, dos penas de muerte.
Las flores esperan a ambas, cuando hay flores, porque no siempre, al final del destino, hay ramos de flores. Las últimas flores.
Angel Rodriguez
ResponderEliminarRaúl Yagüe Yagüe
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