Foto: J.X.
El hombre del bar viene hoy acompañado. Nos presenta.
Muy sorprendido, le digo que ya conozco a sus acompañantes, y él me responde que ya lo sabe. Quienes lo acompañan son el espíritu que resbala con las flores y el espíritu que bebe cerveza natural, templada, haga frío o calor.
Les digo que es una coincidencia muy grande, muy extraña. Pero me explican que no es ninguna coincidencia.
Resulta que el hombre del bar (hoy ya compañero de tertulia) también hace visitas al bosque de los espíritus para estar un rato con su novia muerta, y allá, en una de sus frecuentes visitas, por mediación de su novia, conoció a una novia muerta que le habló de mí y le pidió que viniera al bar y me conociera. Le dijo que podríamos hacernos un poco de compañía y compartir la ausencia refugiados en este bar solitario, hablando de nuestras cosas, aunque ya le advirtió que hay días que "él está absorto, lejos de todo y de todos, y no suele hablar de casi nada".
Él aceptó el encargo amoroso, y fue así como nos conocimos en el bar, en un encuentro premeditado, organizado desde el bosque de los espíritus por las novias muertas, sin que yo lo sospechara.
Pero hoy han querido venir los tres juntos al bar, los dos espíritus y él, para hacerme esta revelación e iluminar el misterio cotidiano en que hemos estado viviendo ambos en el bar: él contándome historias y yo escuchándolas, y hablando apenas, como ya le habían anunciado en el bosque de los espíritus.
Resuelto el enigma de las idas y venidas entre el bosque de los espíritus y el bar, brindamos los cuatro con dos cervezas frías y dos cervezas naturales, templadas, una para el espíritu friolero y otra para mí, que aún no estamos en verano, comento. El compañero del bar y el espíritu que resbala con las flores se sonríen al vernos a nosotros dos brindando con un vaso de cerveza templada.
Comentario de joségarvimoreras:
ResponderEliminarLa cerveza templada yo también la recomiendo, pues la cerveza para mí no es ningún refresco.
Qué bonito en un bar y con un espíritu de compañía. No se puede pedir más. Un relato que puede ser tan cierto como todo lo incierto del universo que miramos, sin aún comprender.
Comentario de "Una vecina de la Pensión":
ResponderEliminarEn un estado de dolor de ausencia, no hay nada como compartir cervezas, vivencias, secretos y estados de ánimo. Una buena idea las tertulias de bar como éstas.