¿AUTOBUSES MUNICIPALES DE BARCELONA QUE PREVARICAN?

¿Serán objeto de querella, perseguidos y detenidos los autobuses del transporte metropolitano de Barcelona? , pregunta la vidente en el bar del barrio.

La guardia civil registra la imprenta del pueblo de Constantí (Tarragona), y no encuentran ningún papel a favor del referéndum, dice la sobrina de la peluquera.

Mi madre, que tenía un novio ingles, me regaló una papeleta del referéndum de Escocia, ¿constituye delito guardarlo en casa?, pregunta la hija de la bibliotecaria.

¡Por supuesto, nada de referéndums en casa!, advierte la cuñada del dentista, y lo dice muy en serio, añade.

¡Así me gusta, contundencia proporcionada!, exclama la vecina que hace de fiscal en el bar.

Llegué por el camino del absurdo a la política, y por el camino de la política he llegado al absurdo, indica un tendero chino del barrio, que además es filósofo en sus escasas horas libres.

Esto es un esperpento, dice la dueña del bar.
O el teatro del absurdo, interpretado por autobuses que prevarican, comenta el humorista.

Es lo que el diario "El Mundo" ya publica: "Ciutadans y el PP piden la retirada de la campaña del transporte público". 
"¡Más madera, que es la guerra!", exclama Groucho Marx.