SUPERMAN, LOS EUROPEOS Y LA MALA MEMORIA

Los europeos, siempre con tan mala memoria para los desastres propios: colonialismo francés e inglés (por no hablar de Cristóbal Colón), dos guerras mundiales (declaradas) en el siglo XX, Hitler, Stalin, Mussolini, la guerra civil española, el franquismo, la elección de Berlusconi, el mar de la muerte de los mal llamados refugiados, y suma y sigue y etcétera..., ahora se rasgan las vestiduras por la presidencia de Donald Trump en EE.UU, comenta el politólogo del barrio.
Los europeos, cuidado, querida..., como dice una amiga mía congoleña, apunta la vidente.
Ya lo decía Henry James, señala la librera del barrio.
Colaboracionistas de las guerras de Irak, Libia, Afganistán, Siria..., añade el politólogo.

"Ojo por ojo y diente por diente", manda la Biblia, cita la cuñada del dentista.

"Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra", advertía Jesucristo, recuerda la fiscal del barrio.

Y sin embargo continúan las pedradas, cada vez más fuertes, tanto aquí, oh Europa, como allá, oh América, canta el poeta romántico del barrio.

Lanzadas desde lejos por las nuevas tecnologías, caen las pedradas sobre los explotados de siempre, indica la nieta del anarquista. 

Póngame una hamburguesa americana, dice la hermana del informático.

A mí, un bikini de jamón en dulce y queso, pide la vidente del barrio.

Que sea un bocadillo de "botifarra blanca", salta la hija de la bibliotecaria.

Pan con tomate y anchoas para mí, dice el poeta.

Tortilla a la francesa y pan con tomate, indica la sobrina de la peluquera.

¡"Estrella Dorada" y una de calamares doble, rápido, que tengo monólogo en una boda!, exige el humorista.

¡Se ve que han cenado poco y dormido mal con tanto Donald Tramp o Trump en la TV!, exclama la dueña del bar.