"Novelas policiacas y del oeste, novelas
románticas a cinco pesetas, tebeos y cuentos, como la vida misma,
todo como la vida misma", le gustaba decir cuando entraba en los bares y las tiendas del barrio.
Como la vida misma, grotesca. Rectifiquemos, pues, y digamos: El vendedor de novelas mostraba imágenes, portadas con dibujos grotescos como la vida misma, una vida que ahora se asoma a la ventana y se arroja al vacío, con una novela policiaca de cinco pesetas en el bolsillo -esto fue lo que dijeron algunos vecinos.
Aquella ventana y todo el edificio fueron derruidos tiempo después al desaparecer aquella acera de la calle Escudellers y formar parte de la plaza George Orwell. Pero la imagen, para algún niño de entonces, sigue siendo la misma en aquel lugar, con el bulto debajo de la manta ensangrentada y de la ventana que ya no está.
Es viernes, octubre de 2013 , pasa la gente y no ve nada.
La vida misma es pasar.. A veces no se quiere ver porque lo pasado no resulta agradable.
ResponderEliminarA veces queremos ver el futuro, y vamos a la de las cartas.
Ni lo uno ni lo otro ayudan en nada, porque todo es como queremos que sea, generalmente falso.
salut
A Francesc Cornadó, Francisco Cobacho, Eva Durán Art y 4 personas más les gusta esto.
ResponderEliminarLuis Nadal
ResponderEliminar70 amigos en común
AmigoAmigos
Francisco Cobacho
128 amigos en común
AmigoAmigos
Isofra Sapin Cantona
1 amigo en común
AmigoAmigos
Eva Durán Art
9 amigos en común
AmigoAmigos
Chelo Martin Vega
21 amigos en común
AmigoAmigos
Francesc Cornadó
106 amigos en común
AmigoAmigos
Eva Soc Aixi
65 amigos en común