CARTEL DE BARRIO
Los padres quieren ser independientes de los jefes en los trabajos, los hijos quieren ser independientes de los padres, cada vecino quiere ser independiente del otro vecino.
Si todo el mundo quiere ser independiente, si quieren ser independientes y absolutamente responsables de sus acciones políticas, económicas, sociales, ¿por qué negar la independencia?
Depender de los demás, depender de la familia, depender de un grupo, depender de un poder central, por ejemplo, sólo sirve para crear obstáculos al propio desarrollo y facilitar las excusas de los errores y fracasos de los que aún no son independientes (por ejemplo, los bonos patrióticos de Catalunya, hoy reducidos a bonos basura por las Agencias de Calificación Financiera, ¿es un error únicamente propio, autonómico, o un error compartido que viene del poder central?).
Como aún somos dependientes, aunque seamos autónomos, en situaciones difíciles la culpa la tendrá siempre el poder central del cual se depende (sea real o no, absoluta o relativa la culpa).
Sólo cuando se sea independiente, verdaderamente independiente (aceptando luego los lazos de interés mutuo, es decir, las dependencias internacionales que le interesen a cada uno), sólo entonces se podrá ser absolutamente responsable de los propios actos, sin excusas de mal pagador, como se dice en el barrio.
Si todos fuésemos independientes, mi respetado cronista, al mundo se le caerían los palos del sombrajo, porque él, el sumo independiente que gira por cósmica inercia, depende de nosotros. Pobrecillo.
ResponderEliminarSalud
Al-Juarismi