lunes, 2 de enero de 2012

CRÍMENES DE GUERRA EN NAVIDAD, Y LOS OBSERVADORES NEUTRALES












"Los crímenes de guerra que observamos en Libia, a través de la televisión, no los hemos observado en directo en las calles de Siria. No hemos visto pasar cadáveres andando por la calle cargando muertos, y por tanto, a diferencia de Libia, aquí en Siria no hay crímenes de guerra", ha dicho, con otras palabras, uno de los observadores que fueron enviados a Siria, uno de esos inútiles que van a los países en guerra a observar si hay crímenes de guerra, es decir, más muerte de la que es permitida por un misterioso código de honor, y televisada.
"¿A qué llamamos crimen de guerra?", se pregunta otro de los observadores para aleccionarnos. "Pues, a nuestro justo entender, declaramos crimen de guerra a toda acción que, en el campo de batalla, genera una plusvalía de muerte, un exceso de producción de cadáveres que rebasan los límites de la guerra justa, esa guerra  justificada y amparada por algún paraguas de Occidente, como ocurrió en Libia, Irak, Afganistán, pero no en Siria.
Señoras y señores, repasemos en tres apartados la evolución natural de la muerte, que redunda en crimen de guerra, a saber:
A) Matar al enemigo: una acción patriótica.
B) Matar al enemigo y después violar a su mujer: tal acción empieza a complicar la guerra justa. 
C) Matar al enemigo, violar a su mujer y después matarla: esto ya rebasaría los estrictos límites de la guerra justa..., siempre, claro está, que no se entierre con rapidez a la mujer en un lugar desconocido y tal acción pueda ser comprobada in situ por nosotros, los observadores neutrales internacionales, y clasificada como crimen de guerra. De todos es sabido que, si no hay cadáver, no hay crimen, sino desaparición, y vayan ustedes a saber qué tipo de relaciones mantenían el enemigo muerto y su mujer, cuyo paradero de momento desconocemos. Por tal motivo, señoras y señores, no podemos hablar en este caso de crimen de guerra". 


El suplente del cronista

4 comentarios:

  1. Brutal. Sátira brutal. Sin más palabras.

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  2. cuando toca, toca2 de enero de 2012, 9:40

    Cuando toca, toca. Como dicen acá, en Siria ahora no toca parar a la muerte. ¿Cómo quedaron las ciudades de Libia después de los bombardeos anglo-hispano-franceces? ¿Qué ha sido del pueblo de Libia, Irak, etc.? Matamos a Bin Laden y a Gadafi, ¿qué mas quieren? Siria es otro asunto. Y no hablemos de China, Corea, Irán..., ahora no toca.

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  3. Nada más absurdo que un observador de la muerte. Más aún un catalogador de crímenes. ¿De guerra? ¿De lesa humanidad? ¿Alguien podrá explicar qué significa todo eso? ¿Acaso no vivimos una guerra continua, con o sin cadáveres visibles? El absurdo de la vida se lo ha tragado el absurdo de la muerte. Y empeñados estamos en clasificarla, numerarla, dividirla, fragmentarla, hasta que el propio crimen queda diluido en una retórica inútil, apta sólo para distraer. Sólo puedo decir que la muerte prevalece en cada rincón de este planeta triste. Y que si somos consagradores de la vida, algo debemos hacer para detenerla. Tal vez valdría comenzar por una negativa individual y colectiva, a nivel mundial, sin fronteras, ideologías o nacionalidades, a matar.

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  4. Buena reflexion ....PERO...nadie habla del genocidio que se esta dando en Mèxico en los ultimos 5 años con la muerte de 50,000 (cincuenta mil personas casi todas jovenes), por el maldito negocio norteamericano de venta de armamento-drogas y control poblacional y contencion de los migrantes mexicanos y centroamericanoos , ES TIEMPO QUE EN FOROS INTELIGENTES como PENSION ULISES se diga algo al respecto, porque los libios merecen respeto y los griegos y los españoles, PERO tambien los mexicanos tienen alma, aca ni la iglesia buena para nada dice NADA. profundo saludo.

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