Janet Xirgu, Fachada artificial
Cruzó la calle, dobló una esquina, tropezó con una caja abandonada, un transeúnte lo sostuvo y no cayó al suelo, cruzó otra calle, dobló otra esquina, siguió andando, se hizo de noche, miró hacia arriba y vio una ventana iluminada, se giró y dio unos cuantos paso atrás, se fue por una bocacalle y desapareció. Dicen que ya no volvió a la casa de donde había salido, ni llegó nunca a la casa que dicen que buscaba. Eso es lo que en el barrio dicen.
El suplente del cronista
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