(el país.com). Los dos precedentes del establecimiento de zonas de exclusión aérea se remontan a los noventa, durante los conflictos de Irak y Bosnia, cuando la comunidad internacional recurrió a esta medida para detener las masacres de los regímenes de Sadam Husein y Slobodan Milosevic contra la población civil.
Vuelven las bombas de los países ricos sobre los países pobres, exclusión aérea, inclusión de bombas, ya tenemos el mandato de la ONU, la Asociación Pontifical que hermana a las democracias con las dictaduras, y que de vez en cuando, cada diez o quince años, decide escarmentar y dar ejemplo de libertad bombardeando a uno de los países pobres con dictadura, esa misma dictadura con la que antaño habían tenido relaciones en público y en privado, e incluso habían intercambiado regalos e intereses de todo tipo, pero ahora toca otra guerra, ¿en beneficio de quién?, pregunta alguien y callan los demás, todo es por la democracia de los pobres, dicen los países ejemplares, superpotentes, dispuestos ya a gastar el armamento último modelo y el más antiguo fabricado y acumulado estos años en los almacenes, la muerte que será otra y la misma de siempre, más muerte sobre otros, otros y los mismos, bombardear a la muerte, más bombas sobre la tierra gastada, más metralla sobre la muerte, ahora, que ya andan más muertos que vivos los de siempre, más muerte sobre la muerte, ahora, en el territorio de la muerte, ahora, cuando los países ricos se disfrazan de ONG, bombardean a la muerte bajo el mandato de los pontífices de la ONU, que deciden quién es culpable y quién inocente, quién merece hoy la paz y mañana la guerra, y bombardean otra vez sobre lo ya bombardeado, muerte sobre muerte, ahora, cuando hacen ver que no conocen al mismo que agasajaron, ahora toca bombardear a los muertos, más muerte sobre muerte, más metralla para los vivos y los muertos, una medida, dicen, en nombre de la libertad que tenían olvidada unos y otros y bajo el mandato o patrocinio de la ONU, ahora, en la tierra gastada, en la tierra quemada.
El suplente del cronista
Fuegos artificiales... Entierro de la sardina o barbacoa?
ResponderEliminarMuerte sobre muerte... Esas Organizaciones de Naciones Libres siempre reaccionan cuando ya todo está devastado en las tierras oprimidas. ¿Por qué no lo decidieron hace diez o quince días, cuando no había tantos muertos en Libia? La política internacional es un basurero para los pobres y una buena industria para los ricos.
ResponderEliminarVamos a probar los nuevos modelos... Las industrias de armamento también necesitan experimentar, es decir, también tienen su teoría de la experiencia.
ResponderEliminar... de la diplomacia,
ResponderEliminarHace diez o quince días, todavía los salvadores no habían hecho pactos de futura colaboración con los aspirantes a salvados.
Resabiado
Pacto cuando me conviene. Hoy trato y pacto con los dictadores, mañana será otro día (y otro dictador, qué le vamos a hacer, el petróleo es el petróleo).
ResponderEliminarY no nos olvidemos de la centrales nucleares de fabricación francesa, mucho mejores y más resistentes que las japonesas.
ResponderEliminarLos países pobres y petrolíferos merecen toda nuestra consideración... Habíamos tenido un olvido de 40 años (no del petróleo), pero ahora hemos recordado que tenemos amigos dictadores, examigos ya, no teman, son las cosas que pasan cuando uno vive a todo ritmo en Occidente.
ResponderEliminarOtra guerra, con Francia de líder, más USA e Inglaterra, cómo no. ¿Qué andarán buscando? En esta ocasión España parece más prudente.
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