jueves, 24 de marzo de 2011
DIÁLOGOS EN EL BAR SOBRE EL SER Y LA NADA (Digresión mística)
Díálogo escuchado en el bar entre dos clientes nuevos, que nadie conoce aún. Uno de ellos lleva un libro en las manos, "La astucia del vacío. Cuadernos de Benarés 1987-2004"*, de Jesús Aguado. El otro cliente lleva una bolsa de plástico y un paraguas, aunque es un día soleado. El diálogo es el siguiente entre los dos personajes, a los que llamaremos 1 y 2:
1-En este libro encontrarás prosas sobre el individuo y la búsqueda de otro mundo, de otro lugar, un ansia de lo imposible, diálogos, poemas, cuadernos de viaje exterior, cuadernos de viaje interior, ejercicios espirituales, parodias del vacío, cartas y notas sobre María Zambrano, Sylvia Plath, Ted Hughes, Walter Benjamin, Carson McCullers, la maravillosa autora de "La balada del café triste", y no como este café o bar, donde los ruidos y las voces no nos dejan apenas hablar
2-Hartos de aquí, querer ir y ser allá.
1-Mística, pero también parodia de la mística, atentos a las trampas que nos pone el vacío, que nos invita a ser de otro modo, no siendo como éramos antes. Cambiar de ser y estar, vivir de otro modo en otro lugar, como un desvivir fuera del tiempo, pero, ¿con qué fin?
2-Lo que decía: hartos de aquí, querer ir y ser allá, con la voluntad de ser menos aquí para tener allá más, aunque sea nada o más nada. Nada más: tener menos que aquí donde estamos bien pero estamos mal, ser apenas nada hasta confundirnos con la nada verdadera, que es todo el universo.
1-Cuidado, cuidado con la nada y la astucia del vacío. El vacío te propone escribir un poema diferente, un poema iluminado, y para ello debes vaciarte de pieles, mondaduras, desperdicios, adherencias: así llegarás, nos dicen los representantes del vacío, a ese estado en que ya podrás dejar estas palabras, las palabras del mundo, y podrás escribir otras palabras más puras, que te conducirán a los dominios de allá, donde no serás sino nada sublime. Pero al ir quedándote vacío, al aproximarte a ese estado de vacío prometido, ya no puedes escribir, imposible escribir desde el vacío: el vacío, charlatán del silencio, te ha quitado el poema prometido, anunciado. Te ha arrebatado el poema antes de escribirlo.Te has quedado sin las palabras impuras de antes, pero tampoco has conocido las palabras puras que el vacío te había prometido. Astucias del vacío, tentación de la nada.
2-Dices que en este libro hay también alguna parodia del conflicto entre el mundo y la mística, por ejemplo, en Algunos trenes en la India, o el "mantra"del tren.
1-Así es. Aparece en un cuaderno de viaje donde el autor, para convencer al director de la fábrica de locomotoras de Benarés para que le dé una información, le dice que está investigando el sonido, el traqueteo de los trenes como posible "mantra" en la mente de los viajeros. Y añade que se propone escribir un libro que sería el poema del tren y su influencia espiritual, ese sonido "mantra" de la ruedas del tren contra los raíles penetrando en los viajeros de la India, en su poesía devocional, (esa poesía que el autor de estos Cuadernos también ha traducido**).
En resumen, el místico que sabe reirse de sí mismo, aunque siga empeñándose en sus operaciones místicas. La ironía como una manera o estrategia para evitar las trampas, las astucias del vacío, que te quiere reducir al silencio, que no quiere que escribas el poema que él mismo, el vacío, te había prometido como una tarea casi sagrada.
2-Decía María Zambrano que hay que escribir lo que no se puede decir. Por lo que me cuentas, deduzco que estos Cuadernos de Benarés parecen también un intento de decir lo que no se puede decir. Pero un despojarse y un decir, no mediante el silencio, sino sirviéndose aún de las palabras, unas palabras anotadas que revelarán o darán noticia del ejercicio espiritual, de las contradicciones de ese mismo despojamiento.
1-Y para hacer eso no puedes vaciarte del todo. Debes renunciar a la pretensión, ¿una pretensión?, de querer vaciarte del todo para ser nada en el todo. Un todo que a lo mejor se está riendo de tu despojamiento y de tus esfuerzos místicos por querer ir más allá, por querer ser nada y silencio, silencio y nada, mientras él, el Todo Vacío, tiene a todo el universo alborotado con sus astucias, bromas y risas. Cuidado, no vayamos a ser los artistas del vacío, muertos de hambre y sin palabras, en el gran circo espacial del universo.
2- Como en ese microrrelato que me has contado antes de entrar en el bar, haríamos bien en espiar a ese vecino que se pone nuestros vestidos, que utiliza nuestro nombre y se hace pasar por nosotros. Pero, ¿es realmente una suplantación de identidad, o ese vecino soy yo mismo, tal vez un heterónimo? ¿Qué pasaría si alguien matara a ese doble? ¿Moríamos también con su muerte? Ese doble que parece "un vecino inquietante", como un espejo que nos refleja al salir a la calle o al volver a casa. Inquietante.
1-No vayamos a caer en esa trampa de fidelidad al doble, en esa astuta fe devocional a nuestro doble que, al ofrecerse para doblarnos como si fuéramos actores de cine, nos expone demasiado a todos los peligros exteriores e interiores (él dice que lo hace para purificarnos), y puede terminar aniquilándonos a cambio de nada. Es decir, despojándonos absolutamente, pero de manera violenta y reduciéndonos al silencio más estricto: no es fácil transitar del infierno al cielo, la escalera está llena de enigmas mortales, mientras ellos, el Vacío, el Todo y la Nada se ríen de nuestras caídas, del espectáculo místico que estamos dando. Y, al final, quizá todos los espectadores del cosmos se reirán también y aplaudirán nuestros ejercicios del ser y el no ser, nuestras acrobacias espirituales en la pista de tierra del circo, ¿y a cambio de qué? El vecino inquietante, nuestro doble, no responde.
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Salen del bar los dos nuevos clientes. La nieta del anarquista del barrio, que ha espiado y escuchado el diálogo entre los dos personajes, comenta que es refrescante la ironía espiritual en todos los asuntos, tanto en la tierra como en el cielo.
Sobre todo, si los asuntos no te afectan seriamente y te acuchillan por detrás, bromea el humorista del barrio.
Más ironía, más humor y habría menos dictadores, esos que nunca sonríen, dice la dueña del bar.
*Jesús Aguado, La astucia del vacío. Cuadernos de Benarés 1987-2004. DVD Ediciones, Barcelona, 2010.
**Jesús Aguado, El vecino inquietante (Segunda antología de poetas devocionales de la India). Ed. 4 Estaciones, Lucena, 2004.
El suplente del cronista
Cuántas palabras para decir la insatisfacción.
ResponderEliminarSe necesitan muchas palabras para llegar al silencio. Picasso estuvo todo el tiempo pintando para recuperar los trazos, los garabatos de la infancia.
ResponderEliminarO dicho de otro modo: muchas palabras para no decir nada. Malos tiempos para la lírica y la mística...
ResponderEliminarNo hay que confundir lo profano con lo sagrado. Dad al César...
ResponderEliminarYo sé de algunos vecinos inquietantes que no me doblan para favorecerme, sino para perjudicarme. Vecinos que ocupan con malas artes el lugar de otro.
ResponderEliminarPartidaria del despojamiento del ser, de ese despojarse que nos acerca a la unidad con el todo.
ResponderEliminarMientras el todo no sea nada, y nos quedemos a un palmo de narices del ser.
ResponderEliminarEn estos tiempos que corren, va muy bien liberarse de tanta cosa superflua. Las religiones orientales, asiáticas, el Budismo, el Tao, el Budismo Zen, etc., nos pueden ayudar más que el purgatorio y el infierno de los católicos.
ResponderEliminarSí, pero todos los extremos se tocan, son malos para la salud física y espiritual. Tan negativo es hincharse de cosas superfluas, como despojarse de todo y quedar en estado místico anémico. Claro que los budistas que conozco están bastante bien alimentados, tienen hijos, una esposa detrás de otra y trabajos bien remunerados... Así cualquiera se nadifica y se une al Ser o a la Nada anhelada!
ResponderEliminarNo me gusta que hagan bromas sobre la mística y los místicos. Si quieren seguir en la tierra, con sus odios y muertes, allá ustedes. Yo prefiero fundirme con el Ser amado.
ResponderEliminarLos tres Reyes Magos, el Resucitado, el Ser Amado, Alí-Babá y los 40 ladrones, el Papa y la Mama.
ResponderEliminarIrreverente, mal educada, serás castigada en las calderas donde el fuego no cesa...
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