martes, 22 de marzo de 2011
DISCUSIONES Y AFORISMOS EN EL BAR
En el bar no hay humo, pero hay alboroto por la cuestión de la guerra. Unos a favor, otros en contra de la guerra, que si Irak, que si Libia, todo es alboroto hoy en el bar. Hasta que entra la hija del relojero del barrio con un libro* en las manos. Aforismos, nos dice, hay que leer aforismos para comprender mejor los conflictos de la realidad, para despojarnos de prejuicios y ver las cosas con otra mirada.
Y nos lee dos aforismos: Cada semilla es una duda y El primer estrado fundó la muerte. Éste último se podría aplicar a los estrados, púlpitos y tarimas de los gobiernos antiguos y actuales, comenta la hija del relojero.
-Eso es, dice la dueña del bar. Si los políticos bajaran de la tarima, verían las cosas de otro modo, más a nuestro nivel.
-Sí, por lo menos verían los conflictos en su cruda realidad, con sangre en las calles, en los caminos, y no a escala global y tecnológica, como si la guerra fuera un juego virtual y los muertos de ficción, dice la nieta del anarquista.
-Habría que leer poemas, aforismos, cuentos, novelas, ensayos, microrrelatos, etc., y bajar de los estrados, púlpitos y tribunales. Leer hazañas bélicas, aventuras de torneos y duelos, jugar a las guerras, si quieren, pero no hacerlas con sangre de verdad!, exclama la hermana de la bibliotecaria del barrio.
-Hablar menos y leer más. Sobre todo, poemas, hay que leer poemas, apunta el poeta romántico del barrio, que ya está a punto de publicar una antología de los suyos, nos anuncia.
-Voy a leerles otro aforismo, dice la hija del relojero: La "Carta al padre", ese ejercicio pueril.
-¿Se refiere a la carta que escribió Kafka a su padre?, pregunta la hermana kafkiana del informático. Dice sentirse sorprendida por este aforismo, pero que, pensándolo bien, quizá el autor tenga razón, aunque ella prefiere creer que la Carta al padre es un ejercicio pueril, sí, pero kafkiano. No es una simple carta pueril, de arrebato infantil o adolescente contra el padre. También puede ser vista como una carta contra el poder, cualquiera que sea.
-Bueno, la verdad es que son bastante pueriles todas esas cartas y notas que todos hemos escrito alguna vez, criticando a las madres y a los padres, comenta el teólogo progresista del barrio.
-De todos modos, tendrá que admitir, querido teólogo, que sólo existe una Carta al padre, pueril si quiere, pero realmente kafkiana, responde la hermana del informático, la hermana kafkiana.
-Esto mismo que dices es también una puerilidad, además de una obviedad, responde el teólogo progresista.
-Vale, vale, señores, basta de puerilidades y tómense el café que se está enfriando!, exclama la dueña del bar.
-Hoy por lo menos no hemos discutido tanto sobre guerras y átomos, y hemos recordado las críticas exageradas a nuestros padres, comenta la sobrina de la peluquera.
-Incluso el mítico Kafka hizo ejercicios pueriles!, pero dicen que la madre escondió la carta y el padre nunca la leyó, bromea el humorista del barrio mientras se toma un carajillo de ron (para el resfriado, dice).
*Ramón Andrés, Los extremos (aforismos), Ed. Lumen.
El suplente del cronista
Un buen libro de aforismos. Coincido con lo que se dice sobre la "Carta al padre", de Kafka: un ejercicio pueril.
ResponderEliminarPero Kafka es Kafka, y sus puerilidades y humoradas tendrán siempre el gran estilo kafkiano, y por tanto ya no serán puerilidades ni humoradas, sino una prosa sublime.
ResponderEliminarTodos hemos escrito puerilidades contra nuestros padres. Yo me arrepiento de las que escribí, y ellos sí que las leyeron.
ResponderEliminarLas guerras empiezan, pero no acaban...
ResponderEliminarSeñores, la "Carta al padre" es un buen texto jurídico del abogado de la defensa del hijo. Pero aquí el abogado y el hijo son uno solo, Kafka, que era abogado y conocía todos los secretos de la prosa jurídica.
ResponderEliminarA ver cuando superaremos la "edad kafkiana". Tanto padre, tanto sentimiento de culpa... Prefiero leer a Dickens, a Proust.
ResponderEliminarEl crítico y ensayista Lukács ya decía que era mejor leer a Thomas Mann que a Kafka.
ResponderEliminarPerdón, pero en ese aforismo no se dice que hay que dejar de leer a Kafka. Se habla tan sólo de la puerilidad de la "Carta al padre", y además el aforismo no dice que se refiera exactamente a Kafka.
ResponderEliminarCuando se menciona la "Carta al padre", todos pensamos simpre en Kafka. Ya sabemos que hay otras cartas importantes, por ejemplo las "cartas a la madre" de Simenon, Albert Cohen, etc., pero la "Carta al padre" es Kafka.
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