Fotografía: Silvina Stein, Balcón de la Barceloneta
Marc Robine - Le Déserteur (Version non censurée)
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el mundo.es
"Interior admite que ha enviado guardias civiles a Irak tras un pacto con Obama".
Uno del barrio, que siempre lee los titulares de prensa en un quiosco, murmura:
"Que se sepa, no hay manifestaciones contra el paro ni las guerras actuales.
¿Dónde están los pacifistas y los sindicatos?"
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Dicen que los clientes habituales del bar "Los Cuatro Hermanos", cada sábado por la tarde organizan unas partidas de dominó. Hablan poco de política, pero estos días se concentran menos en el juego de las fichas blancas y negras, y discuten más de memoria histórica, políticos y jueces. Todos ellos han nacido después de la muerte de Franco y no comprenden que se hable tanto de lo que no conocen sino de referencia, el franquismo. Entre ellos, según dicen, hay una nieta de una mujer republicana, un hijo de un conserje franquista, un sobrino de un anarquista, una nieta de monárquicos, y unos cuantos hijos de desertores.
Unos hablan de la "banalización del mal".
Cuaquier individuo, dicen, en una situación política dada, estimulado a conveniencia y protegido por las leyes de turno, puede cometer los actos políticos más atroces: delatar a un vecino al comisario político, torturarlo en nombre de la patria, asesinarlo en nombre de la legalidad vigente que te ordena lo que está bien (asesinar al que tiene otras ideas), y lo que está mal (no delatarlo), etc.
Otros opinan que es necesario aplicar la sentencia bíblica:
"Ojo por ojo y diente por diente", sin contemplaciones de ninguna clase, a todos aquellos considerados enemigos.
"Pero, ¿qué es un enemigo?", preguntan unos. "Los que opinan de otro modo, carecen de razón y se equivocan", dicen otros.
Así las cosas, uno de ellos lee un aforismo de Gregorio Marañón:
Para juzgar la Historia hay que prescindir de este prejuicio: los hombres se dividen en buenos y malos, y los buenos se adscriben a las buenas causas y los malos a las malas. No hay causas buenas ni malas del todo; y en cada causa, sea buena o menos buena, mala o menos mala, hay siempre hombres buenos y hombres malos.
"Éste debía de ser un intelectual burgués", dice otro.
Pero al final todos coinciden en que, cuando uno se empeña en tener razón y se niega a escuchar las razones de los otros, ha llegado el momento de dejar de discutir, desertar y comenzar otra partida de dominó.
El suplente del cronista
Ya venía sospechando que este "Suplente del cronista" es un maldito "hijo de desertor". Tanto Andreu Nin por aquí, tanto anarquista catalán por allá...
ResponderEliminarY ahora nos defiende a los desertores. No es necesario que te delate ningún vecino: te delatan tus propias palabras.
Militante
En según qué circunstancias, creo que es más ético desertar que delatar, es mejor desertar que matar. Veo que el "Militante" es de casta agresiva, pero en el barrio ya estamos acostumbrados a la violencia y no tememos a los ideólogos ni a sus represores.
ResponderEliminarVecino del barrio
Boris Vian, el escritor y músico francés, compuso la famosa canción "El desertor".
ResponderEliminarPartisano de ciudad
Es Hannah Arendt quien desarrolla el concepto de la "banalización del mal" en su ensayo-crónica sobre el proceso al nazi Eichmann.
ResponderEliminarSegún este concepto, cualquier individuo, si es ambicioso y no está atento a la razón moral, puede volverse un criminal de guerra al "banalizarse el mal", al convertirse el mal en moneda "corriente", habitual en la vida cotidiana (delación, calumnia, traición a la patria, etc.). E incluso amparado el mal por las "leyes especiales" en los casos de los nazis, los fascistas y los soviéticos, entre otras dictaduras. Mal, exterminio de los otros justificado jurídicamente por el propio sistema criminal.
Militante, pero demócrata
¿Fue un error aprobar la Ley de Amnistía? Si no existiera dicha ley, ¿podrían ser procesados muchos de los que figuran o han figurado en el Parlamento y en el Senado españoles y en los Parlamentos autonómicos? ¿Y la Corona o Santiago Carrillo, que papel harían en todo eso?
ResponderEliminarPreguntona
¿Otra guera civil, utilizando al poder judicial como excusa? ¿Y la Economía, el Paro y la Banca?
ResponderEliminarParado
A río revuelto..., así se esconden los responsables de nuestro fracaso económico y político.
ResponderEliminarPescador
Ignoraba qe Franco viviese aún.
ResponderEliminarUna joven despistada
NO te fíes de los muertos.
ResponderEliminarPrecavido
No me fío de los vivos.
ResponderEliminarDesconfiada
Dialéctica postmoderna:
ResponderEliminarMientras tanto, el mundo gira, unos cuantos incrementan su riqueza, de modo legal o ilegal, y otros, muchísimos, incrementan su pobreza, siempre de modo legal.
Dialéctico
Política ficción:
ResponderEliminarTécnicas de propaganda y praxis políticas, con raíces nazis y bolcheviques:
1. Calumniar al vecino por hablar mal del presente.
2. Denunciarlo a la autoridad.
3. Primera difamación pública.
4. Detención con fotografías (modernidad).
5. Torturarlo sin señales físicas (modernidad), por hablar mal y más del presente que del pasado.
6. Procesarlo y encarcelarlo.
7. Segunda difamación pública.
8. Cerrar el expediente y enterrar en vida al vecino. Su muerte real, asunto secundario para archivo.
Provocador
¿Política-ficción?
ResponderEliminarMás de uno ha pasado por esto en la república, el franquismo y la democracia.
Nieta de...
Me gustaría saber de quién es nieta la Nieta... que firma un comentario. Espeo que no sea también de un/una anarquista. En cuanto a crímenes y torturas políticas, ya sabemos que los hubo en la II República, antes y durante la guerra incivil (Paracuellos, por ejemplo). Pero hubo fusilamientos y muchas más torturas y encarcelamientos durante el franquismo. Y en la democracia, siempre hay alguno que se pasa y si puede te tortura. Deformaciones del oficio.
ResponderEliminarHijo de...
El gran peligro de una democracia nueva (aunque tenga más de treinta años es nueva), sobre todo cuando viene después de una guerra civil y una dictadura, es que se considere aún enemigo al adversario político y se esté dispuesto a eliminarlo. Invocar todavía a la guerra civil como pretexto electoralista, de un bando y de otro, es un flaco favor al proceso democrático. Que no disfracen sus incompetencias político-económicas resucitando los viejos crímenes de cada uno (quien esté libre de culpa..., si buscamos bien, todos tenemos algún familiar sospechoso, ¿no?).
ResponderEliminarImpuro, pero demócrata
No és delicte ser fill de desertors, de republicans, de conserges franquistes, d'anarquistes o de monàrquics. Un risc de cometre un delicte contra un altre igual: no forjar-se una consciència crítica i no actuar segons aquest treball continu.
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