Foto. J.X.
Conjuraba
la mediación de la palabra para encontrar huellas, indicios de la
peregrina que se había alejado tanto que no podía regresar.
No busques más. No la busques más.
Cada paso, era un paso de vida atormentada, pasos cruzando el límite de tanta ausencia.
Pasos perdidos en caminos sombríos y callejones sin salida, húmedos, resbaladizos, como pisando serpientes de hielo dormidas, que, al erguirse, se enroscan al cuerpo, muerden el corazón y envenenan el alma.
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