Foto: J.X.
¿Qué más pueden hacer las palabras
manchadas de tanta sangre,
cuyas letras sanguinolentas
circulan perdidas, envenenadas,
por el enramado de la venas?
Después del naufragio,
a la deriva por aguas nocturnas, solitarias,
¿qué más pueden hacer las palabras
sino callar el dolor, ahogar el grito
en las profundidades del mar?
Callan el dolor, ahogan el grito, pero aquellos a quienes van dirigidos, los oyen y les resuenan en el alma.
ResponderEliminarLas palabras saben del dolor y la sangre.