Foto: J.X.
Sólo le quedan tres o cuatro palabras a las que agarrarse por la cola.
Lo conducen de una calle a otra, como si fuera un saco roto que ha ido perdiendo lo que llevaba de la vida, un peso muerto mal cerrado.
Vida caída en saco roto, cuyo destino es el vertedero de flores marchitas y objetos inútiles, abandonados, que hay detrás de las últimas casas de la ciudad, extramuros.
Comentario de "Una vecina de la Pensión":
ResponderEliminarMuy pronto lo que es ahora extramuros será parte de la ciudad, así que tendrá que volver a recoger esas pocas palabras si quiere caer en saco roto.