Foto. J.X.
Dicen que salió a la calle soñando, y fue apedreado.
Dicen que fue al bar y comentó que había brindado en el cementerio con la novia muerta (había llevado un botellín de cava y un par de copas escondidas en una bolsa, entre hojas de periódico). Y fue apedreado.
Alguien había dicho: "Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra", y eso hicieron: tiraron la primera piedra y la segunda, la tercera, la cuarta y todas las demás. Hasta que los dos lapidados se desplomaron, uno apedreado en medio de la calle, y el otro en el bar.
Ahora algunos se lamentan y declaran que esos dos no tenían que haber salido de este modo, uno a la calle, soñando; y el otro, también soñando, para ir al bar a comentar sus sueños, en este caso, sus brindis fúnebres (pero con botellín de cava y copas de verdad).
Pero las piedras ya habían sido arrojadas.
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