Foto: J.X.
Si
rehuía a los vivos y prefería la compañía de los espectros, ¿por
qué -se preguntan algunos espíritus del bosque- continuaba tratando
con los vivos?
Si
su novia muerta ya había sido rescatada por los espíritus del
bosque, ¿por qué seguía él merodeando por allá abajo, en el
mundo, quejándose de la vida y lamentando el abandono de la novia
muerta?
No
quería dar el paso definitivo, invocarnos y dejar que lo fuéramos a
rescatar para conducirlo al bosque, responde otro espíritu.
O
aún no podía hacerlo, responde él, que convive en el bosque con
los espíritus y los abandonados, al lado de las novias muertas.
Difícil situación la del abandonado, Todavía no puede escoger entre invocar a los espíritus para que lo rescaten y lo lleven definitivamente al bosque, o continuar entre los vivos y los recuerdos de la novia muerta, y estar un tiempo al lado de todas la novias muertas, los espectros, los espíritus y los abandonados del bosque.
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