Fotografía: J.X.
Un
espíritu nuevo, recién llegado al bosque de los espíritus, se
dirige a él y le advierte de algunos peligros.
Si
unas heridas se te han abierto en la piel, le dice,y por ellas se han
introducido las salpicaduras de veneno y sangre de las puntas
envenenadas que la muerte ha lanzado a la novia muerta, rematándola
a traición más de dos y tres veces...
Si
esto es así, y estás tocado por el veneno de la muerte, no será
tarea sencilla extraerlo limpiamente, sin que la punta envenenada te
arranque el alma y se te lleve una buena parte del corazón, a
trozos.
Esas
puntas envenenadas que lanza la muerte no las prepara, no las unta
ella misma con el veneno. En realidad, tampoco necesita hacerlo.
Son
puntas llenas del veneno que va segregando el hecho de vivir, nuestra
propia vida y la de los demás, y que se acumula a lo largo del
tiempo en el dominio reservado de la muerte. Ella se apropia de esos
venenos, los clasifica y selecciona para untar las puntas y clavarlas
a quien le parece más delicado.
La
muerte tiene estos caprichos: como no soporta la delicadeza, cuando
descubre a alguien delicado que anda sobre la tierra, se apresura a
clavarle estas puntas envenenadas.
De
todos modos, si no eres delicado, acabará igualmente contigo, en eso
no tiene reparos. Digamos que, si descubre en ti delicadeza, hará
todo lo posible por envenenarte cuanto antes.
Quien,
como tú, sobrevive con paso tambaleante, a trompicones, a la novia
muerta, puede recibir muy adentro las salpicaduras de veneno y
sangre, le advierte este espíritu nuevo, recién llegado al bosque.
Él
no dice nada. No tiene palabras para responderle que ya ha recibido
su parte de veneno y que lo está viviendo desde hace meses. Otro día
se lo comentará a este nuevo espíritu. Hoy no tiene ganas de
hablar.
O
ya se lo explicarán, piensa, quienes han convivido con él en casa
de la novia muerta, los otros espíritus.
Los
espíritus que los han traído a ambos a este lugar oculto, para
sacarlos del confinamiento de la ciudad y acogerlos, a él y a la
novia muerta, en el bosque de los espíritus.
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