LA HORA DE LOS MONSTRUOS, Y LEONARD COHEN

Abrimos el Diccionario de la Real Academia Española, dice la hermana del informático: "Populismo. Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares. Úsase más en sentido despectivo."

¿Qué partido político o candidato no es populista, discursea y dice: "No, no queremos manipular el voto de las clases populares, vuestro sagrado voto, y diremos toda la verdad y nada más que la verdad de nuestro programa de gobierno"?, pregunta la vidente del barrio.

Quien esté libre de populismo, que tire la primera piedra,

dice la sobrina de la peluquera.

El nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, y portavoz del Gobierno del PP, Íñigo Méndez de Vigo, ha comentado que "muchas generaciones de españoles han bailado con Leonard Cohen", bromea la hija de la bibliotecaria.
No sabía que en las discotecas, salas de fiestas, bodas, comuniones y bautizos se bailaran las canciones de Leonard Cohen, apunta la nieta del anarquista.

Niña, ¡tú que sabes de las bodas del PP y otras fiestas!, son pragmáticos y si la música suena bien, pues se baila y punto, salta la fiscal del barrio.

Como las letras de las canciones de Leonard Cohen y Bob Dylan no hay quien las entienda, pues mejor bailarlas, sobre todo aquellas que tienen más ritmo, ¡y que nos quiten lo bailao!, exclama la cuñada del dentista.

Señoras, ¡ustedes sí que son antipoetas y populistas!, advierte el politólogo.

Bien dicho, caballero, mejor un payaso triste que estas señoras bailando con Leonard Cohen, dice el humorista.
¿Por qué últimamente mueren tantos poetas?, pregunta la librera del barrio.

Malos tiempos para la lírica, señora, contesta la nieta del anarquista.
Toquemos madera, recomienda el poeta romántico del barrio.
Miren, una fotografía del programa de la exposición, "La hora de los monstruos", dedicada al artista, escritor y dibujante Copi, que se celebra en el Palau de la Virreina, de Barcelona:

Fotografia: Jorge Amat, Copi representando "Loretta Strong" en el Salón Diana (Barcelona, 1978), local que antes había sido el cine de barrio de la calle San Pablo (Sant Pau), en el Barriochino, hoy Raval, de Barcelona.