NO ESTÁ BIEN BAJARSE LOS PANTALONES EN PÚBLICO

I 

Cuenta la leyenda que en los países del ya desaparecido Planeta Tierra, los gobiernos, por miedo a sus habitantes, argumentaban siempre “Razones de Estado” para atemorizarlos y gobernarlos mejor.

Cuentan que una vez, por Razón de Estado, en uno de esos países comenzó una “investidura” para que fuera elegido como nuevo presidente del gobierno, el mismo que había en el gobierno anterior y que muchos no querían.

Ceremonia de la Sinrazón de Estado que fue posible, cuenta la leyenda, gracias a la “impostura” de aquellos que iban tanto contra ese mismo gobierno, tanto, que pidieron en su día la máxima confianza y los votos de los electores para substituirlo cuanto antes, por necesidad del país y urgencia social, decían.

Los mismos que después, por obra y gracia del espíritu santo político o no tan santo, se abstendrían milagrosamente, bajándose los pantalones en público y cediéndolos, imperativamente, sin vergüenza, a la investidura de su adversario político.

Sin embargo, unos cuantos de ellos, muy pocos, once o doce a lo sumo, se opusieron, por sentido de la decencia, a esa bajada colectiva de pantalones y a quedar desnudos frente al rival, lo que se dice quedarse en pelotas-políticas, provocando el consiguiente escándalo en mayores y niños.
Ha pasado mucho, muchísimo tiempo desde aquellas Razones y Sinrazones de Estado, pero todavía hoy, los más viejos, recuerdan aquella famosa y vergonzosa bajada colectiva de pantalones (y bragas, sin duda) en público, sin respetar siquiera la inocencia de los niños y niñas de aquel lugar.

II

Dicen que la Comisión Gestora de la Abstención  ha descubierto la cuadratura del círculo:

"Hoy no, mañana ni sí ni no, sino todo lo contrario, que da como resultado la abstención."

Cuadratura del círculo de la Divina Abstención, descubierta y aplicada para que todos los ciudadanos, sin excepción, imperativamente, puedan disfrutar del enorme placer de tener un gobierno que anuncia que hay otro camino a la derecha, el cual nos conducirá al valle frondoso de los recortes y otras maravillas, donde todos seremos más austeros y felices y comeremos perdices.

Ilustraciones del cuento de Andersen El traje nuevo del Emperador:

Oscar Martínez, barateria.blogspot.com