MANIFESTACIONES, GOLES Y TOROS

Fotografías: elpais.com, elperiodico.com

Se comenta en el bar del barrio que siguen las manifestaciones en contra de las denuncias y persecuciones políticas.

¿Un gobierno en funciones pasándole la pelota a los tribunales?, pregunta la hermana del informático.

¿No será la democracia la que está en funciones?, pregunta el politólogo del barrio.

¿No será que, por fin, todos estamos en pelotas y ya sabemos por dónde va el balón?, pregunta el humorista.

Ya veremos si en este partido de fútbol nacional hay muchas expulsiones y lesionados, responde la cuñada del dentista.

Expulsiones, sí, pero dentro de un orden, inhabilitando y expulsando del terreno de juego a algunos, pero siempre de manera proporcional, con sentido de la equidad y la libertad, advierte la fiscal del barrio

¿Qué tienen que ver los equinos con la justicia?, pregunta la sobrina de la peluquera.

Señora mía, que no he mentado para nada a los equinos cuadrúpedos o caballos, sino a la equidad, que es templanza y moderación de la justicia, replica la fiscal del barrio.

(Esta vecina no es fiscal de profesión, pero le gusta fiscalizar en el barrio, lo digo por si acaso, con estos tiempos que corren, añade en voz baja la hija de la bibliotecaria.)

Si hay jugadas sucias, muchas expulsiones y algunas lesiones, ¿cerrarán el campo y se jugará el resto del partido en territorio neutral, quiero decir, internacional?, pregunta la nieta del anarquista.

Hablando se suciedad: han arrojado más porquería a la estatua ecuestre del Caudillo y esta noche la han derribado, ¡pero siempre nos quedarán los toros, “la fiesta”, legislada por el Boletin Oficial del Estado como patrimonio cultural oficial, también en los ruedos catalanes, ha dictaminado el Constitucional!, advierte la cuñada del dentista, exaltada.

Ya veremos quién mete más bulla y el último gol, pero las cosas pintan tan mal como invertir tiempo y dinero en poesía, si no eres Bob Dylan, claro, reflexiona la librera del barrio.

¿Y el sentido común?, pregunta la dueña del bar.

Ausente: “Ausencia en todo siento, / ausencia, ausencia, ausencia”, como escribía Miguel Hernández en las cárceles franquistas, apunta el poeta romántico del barrio.