ROSA DÍEZ, EL NOVELISTA INDEPENDENTISTA, DESMOND TUTU Y LA CERVEZA DE BRUSELAS

Agresiva, pero maja, esa chica!, dice un desconocido al ver a Rosa Díez en la televisión del bar del barrio.
¡Es un portento de seducción!, responde la cuñada del dentista.
Incluso ha seducido a Alfred Bosch, el novelista-parlamentario de Esquerra Republicana -informa el politólogo del barrio-, de quien ha presentado el libro: Como amigos. La independencia de Catalunya interesa a los españoles, añade.
Increíble campaña de UPyD, con algunos escritores seducidos o abducidos por los encantos secretos de Rosa Díez, comenta el poeta romántico. Ah, quién fuera más joven y pudiera a la vez rimar y deshojar la rosa de la rosa que es rosa..., se lamenta.

Hay una novela de Henry Miller que se titula, Nexus. La crucifixión rosada, se la recomiendo, es muy estimulante, dice la nieta del anarquista.

¡Niña, no me vengas con lecturas porno!, se queja el poeta.

¡UPyD!, ¡UPyD!, como gritaba el novelista Álvaro Pombo en un mitin, recuerda la hija de la bibliotecaria. ¡UPyD!, repetía en pleno éxtasis, poseído por el embrujo de la rosa secreta.

Menos mal que siempre nos quedará Desmond Tutu, y 2.000.000 de manifestantes de la Via Catalana, dice la sobrina de la peluquera.

Tutu y los 300 artistas visuales, CC.OO y UGT de Catalunya, una treintena de jueces y una docena y media de empresarios, más 1.500.000 (rectifico la cifra) voluntarios de la Vía Catalana y las dudas de Raimon!, exclama el humorista del barrio tomando una cerveza fresca de Bruselas. ¡Que no hay que confundir la cerveza con la coles y los vientos de Bruselas... Al vent!, añade el humorista con toda la maldad hortícola del mundo.