ANTONIO MACHADO, MONUMENTOS Y POETAS MUERTOS

Ahora que recordamos a Antonio Machado, incluso se ponen a recordar los miembros del gobierno español del PP que no quieren recordar ni saber nada de las víctimas del franquismo, pero que hacen su celebración particular de los poetas muertos y rinden homenaje, a través de la radiotelevisión pública, al poeta que fue víctima, como otros poetas, de muerte o exilio, como García Lorca, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Luis Cernuda, y un largo etcétera de escritores, maestros, políticos..., que ya no volvieron nunca a España o volvieron malheridos y medio muertos.

Ciudadanos de los que pretenden apropiarse las mismas familias de políticos e intelectuales que los criticaban, critican y menosprecian, o hacen, aún, burla sangrienta en privado y "desprecian cuanto ignoran", como escribía Antonio Machado.

Y la noticia es que, después de 75 años de la muerte de Antonio Machado en Collioure, el Ayuntamiento de Sevilla recupera parcialmente la memoria, encuentran en un rincón un monumento olvidado, lo desempolvan, matan los insectos, le dan una capa de brillo y otra de esplendor, y organizan un acto festivo para proclamar que, en breve, rescatarán del olvido un monumento al poeta que colocarán en un patio de limoneros (nuevos o marchitos, aún no lo saben).

Pero algunos se preguntan, ¿no sería mejor, más poético y menos manipulador e hipócrita dejar el monumento donde estaba, entre el polvo humilde y el olvido?

                                             Antonio Machado con Margarita Xirgu y Manuel Machado