También
hay libros desahuciados y arrojados a la calle.
Primero
abandonamos perros y gatos, luego personas, y ahora también
libros.
Festejamos los libros a bombo y platillo, anunciamos fusiones de editoriales, compraventa y fichajes de autores, y todo para acabar después en la calle, libros en la calle, abandonados, arrojados en papeleras y esquinas como vulgares latas de cerveza vacías.
Palabras manchadas de aceite en las papeleras, como un libro que me encontré en un rincón de la calle Robador, una calle del Barriochino, de Barcelona, famosa por su ya tradicional prostitución callejera en los años cincuenta y sesenta de nuestra infancia, con prostitutas andaluzas, murcianas, algunas catalanas y vecinas del barrio, etc., hasta hoy mismo, con prostitutas internacionales, senegalesas, eslavas, chinas y también un resto de españolas ya mayores, conocidas de toda la vida, como dicen en el barrio.
Ah. el libro que me encontré en un rincón de la calle del pecado era de Marcelino Menéndez Pelayo, el primer volumen de su "Historia de los heterodoxos españoles", en el que habla de Arnau de Vilanova, Ramon Llull y Miguel Servet, entre otros heterodoxos y herejes.
Literatura, herejía y prostitución, como en una novela o poema de Jean Genet.
Festejamos los libros a bombo y platillo, anunciamos fusiones de editoriales, compraventa y fichajes de autores, y todo para acabar después en la calle, libros en la calle, abandonados, arrojados en papeleras y esquinas como vulgares latas de cerveza vacías.
Palabras manchadas de aceite en las papeleras, como un libro que me encontré en un rincón de la calle Robador, una calle del Barriochino, de Barcelona, famosa por su ya tradicional prostitución callejera en los años cincuenta y sesenta de nuestra infancia, con prostitutas andaluzas, murcianas, algunas catalanas y vecinas del barrio, etc., hasta hoy mismo, con prostitutas internacionales, senegalesas, eslavas, chinas y también un resto de españolas ya mayores, conocidas de toda la vida, como dicen en el barrio.
Ah. el libro que me encontré en un rincón de la calle del pecado era de Marcelino Menéndez Pelayo, el primer volumen de su "Historia de los heterodoxos españoles", en el que habla de Arnau de Vilanova, Ramon Llull y Miguel Servet, entre otros heterodoxos y herejes.
Literatura, herejía y prostitución, como en una novela o poema de Jean Genet.
A Guillermina Fasciolo, Eva Soc Aixi, Esther Maco y 2 personas más les gusta esto.
ResponderEliminarMaria Dolores Gonzalez: bárbaro!!!.... Gracias, Albert
El domingo a la(s) 10:02 · Ya no me gusta · 1
Fernández Darío: Pelin carca Don Marcelino pero buen tratadista. Yo tengo un ejemplar que me regaló un amigo que se confesó incapaz de terminarlo. Este por lo menos no hará la calle...
El domingo a la(s) 10:05 · Ya no me gusta · 1
A.T.: Así es, pero este primer volumen es muy interesante. Por cierto, algún profesor universitario me ha confesado que muchos son los investigadores y profesores que plagian textos de este autor, al que en público menosprecian por su catolicismo.
El domingo a la(s) 10:16 · Me gusta
Fernández Darío: Son pequeñas miserias humanas. Somos así, Pero Tomás de Aquino no existiría sin Aristóteles y este sin Platón... porque el avance del hombre simpre ha sido una cuestión de enfoques contrarios. Quien dice el de Aquino dice Descartes Spinoza o Kant...
El domingo a la(s) 10:22 · Ya no me gusta · 3
A Julie Hermoso, Eva Soc Aixi, Antonio Tello y 4 personas más les gusta esto.
ResponderEliminarA.T.: Estos dos marineros no son españoles, sino de la sexta flota, ya que Barcelona era puerto de reposo del marino o marine. Las dos mujeres podían ser del barrio o no, a veces alguna de ellas era la madre o la hermana de un amigo, un amigo que ya no juega en la Plaza Real ni en ninguna otra plaza.
Hace 20 horas · Me gusta · 1
Oriol Tomas: sigue habiendo libros abiertos en las calles...
Hace 20 horas · Ya no me gusta · 3
Eva Soc Aixi: observar la vida
Hace 19 horas · Ya no me gusta · 1