GOTAS
DE TINTA
Dicen
que ella tenía un tesoro escondido lejos de la mirada de la gente,
dentro de un cofre que tenía en su habitación, herméticamente
cerrado.
Pero
por las noches, cuando ella dormía, el cofre se abría solo y se
derramaban unas cuantas gotas de tinta sobre la mesita de noche: dicen que era la tinta de las
letras de una carta de despedida.
Cuando ella se despertaba, el cofre ya estaba cerrado y las gotas de tinta habían desaparecido.
Cuando ella se despertaba, el cofre ya estaba cerrado y las gotas de tinta habían desaparecido.
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