SEMANA DE MANIFESTACIONES, NO SÓLO POÉTICAS

Uno de los próximos candidatos al paro que vive en el barrio, dice que esta semana tiene dos manifestaciones al día, una por la mañana y otra por la tarde.
Y la dueña del bar comenta que hay más manifestaciones que trabajo, más días de altercados callejeros que días de trabajo..
Son manifestaciones necesarias, dice la sobrina de la peluquera. Una lucha contra los recortes presupuestarios en sanidad, enseñanza y cultura en general.
Curioso, dice el poeta romántico del barrio. Coincide la Semana de Poesía de Barcelona con esta semana de manifestaciones diarias. 
No sea iluso: todas las semanas hay manifestaciones, advierte la nieta del anarquista. Y nadie va a una manifestación por gusto ni a tomar el sol.
Ni en calidad de manifestante subvencionado!, exclama el humorista del barrio.
Excepto, claro está, algunos privilegiados, añade el politólogo del barrio. Es decir, esos escasos señores que se ponen siempre delante de las manifestaciones, no les descuentan días de trabajo de la nómina y, además, no acaban nunca en el paro como la mayoría de los manifestantes.
Ya se sabe, querido, hay parados de verdad y los que viven de los demás, responde la nieta del anarquista.
Incluso hay algunos que hacen negocio con el paro y la pobreza de los otros, como si esto fuera el circo romano!, grita el humorista del barrio. 
Siempre habrá pulgas chupando la sangre de los trabajadores, comenta la sobrina de la peluquera.
Más que pulgas,  mastodontes parasitarios!, concluye el candidato al paro.

El suplente del cronista