martes, 27 de marzo de 2012
¿QUIÉN TEME A VIRGINIA WOOLF, QUIÉN TEME A LA INDEPENDENCIA?
CARTEL PEGADO EN UNA PARED DEL BARRIO (Imitando un poema de Rudyard Kipling)
"Si todo el mundo quiere ser independiente;
si criticamos a los países e individuos que permanecen en la dependencia política, económica y espiritual de otros más poderosos, y los alentamos para que sean independientes;
si todos estamos de acuerdo en que los países pobres no han de depender de los ricos, sino que deben tener su propia riqueza;
si es de sentido común proclamar que las mejores relaciones entre los seres humanos y las sociedades son las que nacen de la libre asociación y mutuo acuerdo, de la independencia de sus miembros asociados libremente entre sí y con otros;
si esto es así, ¿por qué, en el momento en que unos plantean y esperan el día de la independencia, surge el miedo y reaccionan los otros con espanto y alarma?
¿Miedo a la libertad ? ¿Quién teme a Virginia Woolf, quién teme a la independencia de los demás?"
El suplente del cronista
Teresa Izqui, Tina Sainz y 15 personas más les gusta esto..
ResponderEliminarM.Carmen Martínez: Buenos Diaa Aarón... lo comparto, para empezar el día... ¿realmente nos miramos al espejo y somos libres? ¿desde dónde nacen nuestros actos? ¿miedo? ¿resentimiento? ¿amor? ¿respeto?... Saludos
Luis Nadal: Hasta el hijo pródigo volvió a la casa del padre. El eterno conflicto entre libertad y dependencia que solo podría cesar el día que sustituyéramos, propiedad por usufructo, comerciar por compartir... al menos, saber que no hay libertad sin independencia (no-dependencia) y luchar por ellas con todas sus consecuencias.
Luz Ángela Caldas: ¡Qué pregunta! A la diversidad de opinión, a las minorías, a la crítica, a ciertas versiones de la realidad, a la independencia, a las manifestaciones autónomas, creativas o de la consciencia, con sus consiguientes posiciones e implicacione...s políticas, culturales y para los imaginarios, les teme en primer lugar, como explica la psicología, el ¨super-yo¨, aterrado por una exigencia sin medida en pos del placer. Les teme, naturalmente el Establecimiento. Les teme la mediocridad mayoritaria y rampante. Les teme la voluntad de poder. Les temen los inconscientes que pretenden mantenerse en la posición de eternos (no confrontados aún con su propia muerte). Les teme el continuismo nostálgico y cobarde, les teme la fealdad -que se auto-construye, se perdona y se adora-... Les teme, en resumen, la ignorancia!