La nueva poesía de la antipoesía, los poemas de los antipoemas, la ironía de la poesía en un billete de tranvía o de autobús, la que sube y baja en el paracaídas de Vicente Huidobro (Altazor), o la que viene en los tranvías de Oliverio Girondo (Veinte poemas para ser leídos en el tranvía), la poesía que tropieza, se levanta y vuelve a andar con César Vallejo (Trilce), hasta llegar a los Antipoemas de Nicanor Parra (y un recuerdo también para Gloria Fuertes, Ni tiro, ni veneno, ni navaja).
La poesía que eleva lo mínimo a símbolo y juega y satiriza los grandes temas, la soledad, el amor, la muerte, la poesía que se autodestruye para construirse de nuevo, el poeta que pasa una temporada en el origen selvático y callejero de la palabra, rotos los oropeles de la trascendencia caduca, demasiado manoseada la trascendencia: queda pelada la palabra, arrojada a la calle, pero revive más transparente.
Y un día regresa el poeta, vuelve al mundo con un antipoema en la mano, garabateado en un trozo de periódico abandonado.
Poesía de la antipoesía, de los antipoemas encontrados en una papelera, entre flores de plástico, servilletas de papel y sobres rotos, manchado el nombre del destinatario, borroso el remitente, y dos manzanas resecas, mordidas, al lado de las palabras manchadas, en una papelera de la calle.
Qué es un antipoeta:
Un comerciante en urnas y ataúdes?
Un sacerdote que no cree en nada?
Un general que duda de sí mismo?
Un vagabundo que se ríe de todo,
hasta de la vejez y de la muerte?
Un interlocutor de mal carácter?
Un bailarín al borde del abismo?
Un narciso que ama a todo el mundo?
Un bromista sangriento
Deliberadamente miserable?
Un poeta que duerme en una silla?
Un alquimista de los tiempos modernos?
Un revolucionario de bolsillo?
Un pequeño burgués?
Un charlatán?
un dios?
un inocente?
Un aldeano de Santiago de Chile?
Subraye la frase que considere correcta.
Nicanor Parra, Test (de Antipoemas)
Ed. Seix Barral, Barcelona, 1972.
El suplente del cronista
Un burgués político o viceversa.
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