miércoles, 28 de diciembre de 2011
OTRA LEY DE LA SELVA, Y LA VIDA EJEMPLAR
Dicen que entró un forastero en el bar del barrio (como en las películas del Oeste), y después de tomar una cerveza les contó que venía de tierras lejanas, de un lugar muy remoto donde los jefes y los brujos de las tribus, cuando había escasez de alimentos, iniciaban la ceremonia de comer menos, e incluso dejaban de comer cuando la carestía aumentaba.
Era una actitud ejemplar del más poderoso, un ejemplo para que el resto de la tribu economizara mejor los alimentos que aún quedaban almacenados en el poblado. Cuando los del bar le preguntaron al forastero por el lugar exacto de esa tierras lejanas, dijo que no podía responder, que tenía prohibido indicar el lugar: en aquellas tierras lejanas, muy lejanas, temían que los hombres de más allá de los mares vinieran a sus poblados, los civilizaran y corrompieran sus costumbres ejemplares.
El suplente del cronista
Se solicita habitación
ResponderEliminarpor breve período de tiempo
en la pensión ulises
voy de paso como siempre
y aún no sé con qué tipo de
moneda podré pagar mi breve estadía
tampoco tengo documentos de identidad
ni curriculum vitae
y mucho menos referencias personales
vengo sí de américa latina y para más
señas de un expaís llamado venezuela
como decir un inmenso barrio
con pocas vidas ejemplares
pero un gran sentido del humor
para reírse de sí mismo
que se le conoce más por lo estrafalario
de sus mandatarios que por sus ríos o tepuyes
de modo que poco me es ajeno
en materia de esa cortedad que nos hace
tan humoristas como complacientes
eso sí como oficio me dedico a inventar
embusterías que suelo dejar debajo
de las puertas en las ventanas o pegadas
de algún muro y allí en ese territorio
juego a ser ilusa aunque nadie me crea
pienso que me hará bien si así usted me lo
permite asistir unos días a la panadería
y al bar del barrio porque mucho debo aprender aún
en la universidad libre del barrio gótico
porque en los barrios que circundan
mis embusterías ya no se puede ir caminando
a la panadería y mucho menos al bar
no tengo equipaje y no suelo hacer bulla
sólo a veces me gusta deleitarme en algún
adagio o torcer la melancolía con algún bolero
no tengo ni buenas ni malas costumbres
porque aún no he logrado acostumbrarme
a sobrevivir en ese inmenso barrio que es
este planeta en el cual todos se pelean
entre sí sin siquiera saber por qué
y tengo esperanzas de que en la pensión
ulises no tropiece yo con cantos de sirena
ni mares embravecidos pero sí pueda
recoger las sabrosas conversas de los
tiempos de un quijote empeñado aún en
enderezar entuertos
saludos cordiales
mery sananes
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www.embusteria.blogspot.com
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http://redinternacionaldelcolectivo.blogspot.com
http://elblogdelosnodescubiertos.blogspot.com
Ojalá cundiera el ejemplo y los poderosos llevaran una vida ejemplar en política, economía y religión. Claro que entonces a lo mejor dejarían de ser poderosos y la sociedad dejaría de interesarles.
ResponderEliminarBella postal navideña a los huéspedes de la Pensión, de parte de Mery, del barrio de las "Embusterías", allende el mar.
ResponderEliminarBon Any/Feliz Año Nuevo les desea el personal subalterno de la Pensión
Gracias inmensas, lo de personal lo admito, porque en una pensión como la de ulises, todo es personal, lo de subalterno, lo dudo, porque en ese hermoso barrio donde está situada esta nueva nave de ulises, todos somos iguales, aunque a veces unos trabajen más que otros. Pero en todo caso, las gracias las doy yo. Me siento muy feliz de mi nueva residencia y de compartir con ese grupo de hermosas personas que reconstruyen con amor, lo que deberia ser cotidiano y permanente. Estoy segura de que la celebración de la llegada del nuevo año será a todo dar. Y allí estaré con bocados de hallacas y dulce de lechosa, repartiendo una embustería a cada uno y a todos a la vez. ¡Felíz Año!
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