domingo, 23 de octubre de 2011
CUENTO BREVE DE LA SANGRE Y EL PETRÓLEO
Corren rumores por el barrio de que hay un vecino cuyo padre era sobrino de otro vecino del barrio, un vecino que muchos años atrás dicen que comerciaba con sangre y con petróleo.
Eso es lo que dicen que sucedía, cuando algunos vecinos del barrio podían comerciar con sangre y petróleo. Antes de que se extendieran las multinacionales y llegaran hasta el barrio, donde ya no se puede comerciar con sangre ni petróleo.
Porque ahora son los de más allá, los desconocidos, quienes deciden la cantidad de sangre que es necesaria para cambiarla por petróleo, cuando ya nadie del barrio, en realidad, conoce el precio exacto y justo ni de la sangre ni del petróleo.
El suplente del cronista
Todo carece de valor, pero todo tiene un precio: la sangre, el petróleo, la basura, el crimen, la muerte y sus oropeles de pompas fúnebres, todo tiene un precio y ningún valor.
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