Ésta fue la historia que me contó un vagabundo en el puerto, sentados bajo las palmeras, huyendo del bochorno del día:
Diremos de nuevo lo que no hicimos ayer, incluso prometeremos hacerlo bajo palabra de honor.
Pasarán los días, los meses, los años, y la promesa no se cumplirá. No era posible cumplirla, diremos, y entonces volveremos a formular la promesa, pediremos olvido de lo no hecho y nos comprometeremos a cumplir la promesa en la próxima ocasión, bajo palabra de honor, diremos.
Volverá a pasar el tiempo de las promesas, pasarán los días y las palabras incumplidas, y pasará mucho más tiempo aún.
Pero un día se cumplirá la promesa y lo prometido florecerá sobre la faz de la tierra (como decía el profeta). Y nosotros lo viviremos y nosotros lo sentiremos cuando las raíces de ese nuevo florecer tocarán nuestros huesos, sepultados bajo tierra.
Todo esto diremos. Todo esto diremos del cebo, de la promesa.
El suplente del cronista
Promesas incumplidas, nada nuevo bajo el sol. Promesas de trabajo, promesas de vivienda, promesas de amor, promesas de santidad, promesas de la familia, de los amigos, promesas religiosas, promesas de los políticos, promesas bancarias: promesas incumplidas.
ResponderEliminar"Promete y no cumplas", es el lema del éxito, y con intereses pagados.
ResponderEliminarSólo cumplen los pobres de espíritu. Los demás, los triunfadores, sabemos cómo abusar del poder que nos dan esos mismos pobres de espíritu.
ResponderEliminarPromete, no cumplas nunca lo pactado, divide y vencerás. Tú eres lo único importante y valioso, no lo olvides nunca. Cumple lo que te prometas a ti mismo y olvídate de las otras promesas.
ResponderEliminarDesconfiad de los que hablan y no hacen. Verborrea inútil.
ResponderEliminarNo cumplas lo prometido, ostenta buenas maneras, de vez en cuando escribe un poemilla y sé amable y educado con quienes te interese. No hagas caso de los demás, que se fastidien por no haber aprendido nada que les aproveche.
ResponderEliminarHay promesas que tienen cebos y otras que no, está en la intuición humana, diferenciar, lo que dice el humano, y lo que el humano no observó, las promesas socio-políticas, son para hombres de supermercados, trafican con la promesa, y sus hijos la deglutan en la mesa como brillantes señuelos, son esos zombis, carentes de intuición, que cuando se asustan, van arrastrándose al ataúd. Saludos. jorge
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