Fotografía: Matilda Sagan, Bolsa de basura, mano de monstruo con disco y Kafka
Esto no ocurría en esta calle, en esta ciudad.
Dicen que había tantos muertos aquel día, que no podían abrir la puerta del bar. Se esforzaban en abrirla, pero dicen que la puerta se había atascado con tanta muerte alrededor. Aquel día, pues, no pudieron abrir la puerta, y el dueño y su hermana anunciaron que el bar quedaba cerrado hasta después de la muerte, que no abrirían hasta que desaparecieran los muertos de alrededor, los muertos que atascaban la puerta.
Pero esto no ocurría ni en esta calle ni en esta ciudad.
Y al cabo de muchos días y noches, eso es lo que volvieron a decir el dueño del bar y su hermana: que ya abrirían otro día, cuando no hubiera tantos muertos acumulados en la calle y atascando la puerta del bar.
Y así fueron transcurriendo más días y más noches, con el bar cerrado, con la puerta atascada.
Pero el bar y la puerta atascada por la muerte estaban en otro lugar, en otra calle que no era esta calle, eran los muertos de otra tierra que no era esta tierra, muerte acumulada alrededor del bar, atascando la puerta, en otra calle, en otra ciudad.
El suplente del cronista
Qué habría que hacer ahora? entrar en Libia y sacar a Gadafi o dejar que se exterminen unos a otros sin ningún tipo de derechos humanos, de forma violenta, abusiva...
ResponderEliminarY quién tendría que entrar, si ese fuera el caso?
Y hablaríamos de injerencia Occidental?
Y si no hacemos nada y se queda Gadafi, lo volveremos a invitar a nuestras recepciones?
vaya tela...
Así es. En Occidente estamos acostumbrados a pactar, no sólo con los demócratas, sino también con los dictadores, sobre todo cuando tienen petróleo y otras materias primas. El gobierno español también lo ha hecho con Chávez, Gadafi, Castro, China, etc., e icluso les ha vendido armamento bélico.
ResponderEliminarEn todas partes cuecen habas...
ResponderEliminarLas democracias occidentales son el colmo de la hipocresía política. No dan nunca un solo paso sin calcular los beneficios que les puede reportar.
Paz..., solidaridad..., colaboración pacífica..., ejército salvavidas..., pura hipocresía.
De acuerdo con lo que pregunta José Ferraz. ¿Volveremos a invitar a los dictadores triunfadores a nuestras recepciones, reales o no?
ResponderEliminarLa economía con sangre entra, como se decía antes en las escuelas españolas: "La letra con sangre entra".
ResponderEliminarLo que está claro es que ni la ONU, ni la OTAN, ni la Liga Árabe ni nada, sirve para nada...
ResponderEliminarEl mundo te necesita, Superman!
ResponderEliminarLa insoportable levedad del ser, nunca fue tan insoportable...
ResponderEliminarAnárquico y dibujante de comics
La iglesia pide a todos que recen un padre nuestro por los que mueren en Libia y que la marquen como beneficiaria en la renta.
ResponderEliminarpiadoso
En este caso, si no estamos cegados por la fobia anticlerical, podremos observar que es el capitalismo petrolífero, más que la iglesia, el gran beneficiario, a la larga, de las revueltas árabes (simulacro de revoluciones, pronto serán digeridas y dirigidas por el sistema capitalista internacional). Y también recordar que existe una iglesia pobre, marginal, luchadora en los barrios de las ciudades y los pueblos del tercer mundo, más progresista que los partidos comunistas o socialistas oficializados.
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