miércoles, 13 de octubre de 2010
EL MISTERIOSO Y ESPECTACULAR RESCATE DEL CENTRO DE LA TIERRA
el país.com
Directo: El tercer minero, Juan Illanes, llega a la superficie
El minuto a minuto de la salida de los 33 trabajadores sepultados en la mina San José
El escenario mediático ya ha recibido a los primeros mineros chilenos. Uno a uno irán subiendo todos los mineros por el tubo de alta tecnología o ingenio tubular instalado por los técnicos de la NASA en las entrañas de la tierra (no se descarta que dicho aparato tubular pueda ser utilizado también en el primer viaje tripulado a Marte).
Autoridades, personal competente, periodistas y fotógrafos les están esperando con las bambalinas y las cámaras encendidas.
Al día siguiente del rescate y una vez devueltos a sus casas entre la multitud enfervorizada, dicen las malas lenguas del barrio que, seguramente, los mineros serán agasajados como héroes nacionales en un banquete oficial organizado por el gobierno, con más fotografías junto a las autoridades durante los postres y el café, momento que aprovechará un ministro para declarar este día, 13 de octubre, fiesta nacional.
Otras malas lenguas añaden que, si este accidente hubiera ocurrido en la minería española, un mes, dos semanas y seis días después del rescate del centro de la tierra, los 33 mineros serían acompañados, en ceremonia secreta, hasta las oficinas del paro, o hasta el famoso y truculento Valle de los Caídos, donde se acaba de inaugurar una exposición de tumbas abiertas al público.
El suplente del cronista
El accidente ha sido brutal, es verdad, pero el rescate hubiera merecido una mayor seriedad, sin tanto espectáculo.
ResponderEliminarResidente
Una vergüenza tanta película, tanto teatro, tanto video, tanta fotografía sobre los accidentes. Somos unos consumidores morbosos de los accidentes ajenos, y las empresas productoras de imágenes se recrean en los accidentes y nos los ofrecen en secuencias impactantes para el consumidor. Todo es espectáculo, la sociedad del espectáculo, ya lo decían los situacionistas del 68, a la vez que también hacían su espectáculo, faltaría más!
ResponderEliminarInsurrecta
Más que en la era del espectáculo, vivimos desde hace tiempo en la era del sensacionalismo. Habría que decir basta de sensacionalismos políticos, económicos, religiosos, televisivos, basta de porquerías familiares y obscenidades públicas.
ResponderEliminarMal empadronado
En la película "El gran carnaval", de Billy Wilder, un periodista interpretado por el genial Kirk Douglas, apaña el rescate en una mina derrumbada y consigue que lo aplacen, con el objeto de generar más noticias de "primera plana".
ResponderEliminarJuan Nadie