lunes, 18 de octubre de 2010

DENOMINACIÓN DE ORIGEN

Pere Gastó, Els conspiradors



















- Françoise Hardy -- "La maison ou j'ai grandi"

La hija de la modista, en la peluquería, opina que estaría bien que la llamada "política de proximidad" de los quesos y vinos, acercándolos del lugar de origen (el campo) al lugar de mayor consumo (la ciudad), estaría bien, dice, que se pudiera aplicar a los políticos profesionales, aproximándolos a los problemas reales de la gente. Cada uno con su denominación de origen particular, sin escudar su responsabilidad en el grupo o partido, y saber a qué atenernos sobre la buena o mala clase de sus productos.
Para los quesos, vinos y políticos profesionales, denominación de origen, sí, pero también la marca individual, más allá de lo regional o de partido, donde todo se confunde y se mezcla y nadie es responsable de la calidad, ni de las palabras de los programas electorales.

El suplente del cronista

3 comentarios:

  1. Sólo se concede certificado de Denominación de Origen cuando un queso o una morcilla de cebolla o cualquier otro producto tiene la calidad suficiente. Nuestros políticos actuales, según mi parecer, no pueden acreditar la calidad de una butifarra o de una pera limonera.
    Vamos a reservar las D.O. para las cosas buenas.

    Salud

    Francesc Cornadó

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  2. De acuerdo, Francesc. Mejor esperar, como dices, a que mejore la calidad de la morcilla política. No hay que conceder "denominaciones de origen" en vano, como diría un teólogo jesuita con la tiza en la pizarra.

    El suplente (Balmesiano)

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  3. Cuidado no se adjudiquen ellos la D.O. y nos hagan la gran butifarra

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