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Ana María Moix: “La estructura de los grandes grupos no permite aventuras editoras”.
El Grupo Zeta despidió a la directora de Bruguera hace un mes, ahora anuncia el cese de publicaciones de un sello histórico.
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Esta página de hoy no es un panfleto. Quiere ser otra cosa.
Pero también es un panfleto esta página de hoy y no quiere ser otra cosa.
Así pues, aunque no es un panfleto y quiere ser otra cosa,
será también un panfleto y será también otra cosa.
Firmado: El suplente del cronista y la Pensión Ulises
Cada vez será más difícil editar buena literatura, arriesgarse. Malos tiempos para la lírica, pero también para la narrativa más ambiciosa, rompedora. Las Editoriales no quieren buenos editores, sino avispados comerciantes. Ah sí, es el negocio.
ResponderEliminarIndignada
Dante, Shakespeare y Cervantes hoy tampoco se publicarían. ¿Dicen que sí? A lo sumo, publicarían un resumen de aventuras, bien podado por arriba y por abajo. Quedarían reducidos a un simple chiste.
ResponderEliminarNihilista
Habrá que seguir luchando contra los molinos de viento que semejan fantasmas.
ResponderEliminarEl corsario negro
Sea un panfleto o sea otra cosa, el suplente del cronista y Anna M Moix se merecen otra cosa en literatura
ResponderEliminaresperanza
lo que sea, "Ese chico peligroso...", de Ana María Moix es un libro memorable, un gran y hermoso libro, y su autora, tal vez la mejor escritora de este país y una de las más grandes en castellano, latinoamérica incluida.
ResponderEliminarMuy acertado haberlo puesto en la sala de la pensión Ulises, para que pasemos, y pasen todos, a releerlo, a leerlo.
Sí, Ana B., estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarEl "Minino" (el personaje-gato del relato "Ese chico pelirrojo a quien veo cada día"), que un día desaparece de casa y nadie sabe adónde ha ido, siempre volverá, como gato o disfrazado de otros personajes, recorriendo otra historias maravillosas, regresando a través de otros cuentos. Y hablando de cuentos, este relato con niña y gato tiene algo de "Alicia en el país de las maravillas", tierno y amargo a la vez, con un final duro, a lo Faulkner, expresionista.
Y decir a Esperanza que "El suplente del cronista" no habla, me parece, de merecimientos propios o ajenos, sino del constante y gran trabajo literario y editorial de Ana María Moix.
El becario del suplente del cronista
Hay que volver a leer los poemas y los relatos de Ana M. Moix, y merodear por sus dominios y redescubrir su humor poético, su ironía entristecida y la cueva mágica donde se ocultan las palabras.
ResponderEliminarLector